Licitación eléctrica: nuevas perspectivas

10 julio, 2017
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Las licitaciones abrieron nuevas perspectivas a los productores de energías solares y eólicas, que ya se convierten en actores maduros y tradicionales. La pregunta ahora es, ¿qué actor está viendo, en los vacíos del mercado eléctrico, la oportunidad de sorprendernos?

Por Marcelo Matus,
Subdirector del Centro de Energía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile
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El éxito de la última licitación eléctrica aún es objeto de discusión sobre si el resultado se debió al desarrollo de las tecnologías renovables, que permitió ofertas con precios insanamente bajos, o a lo novedoso y atractivo del mecanismo, que incentivó la participación de tantos actores con tan favorables ofertas.

Más allá del resultado, lo interesante es la sorpresa en sí. ¿Por qué el asombro en este mercado, donde hay poco espacio para las emociones fuertes y cuando ofertas similares se observaron en otras licitaciones internacionales?

Tarun Khanna y Krishna Palepu (“Spotting Institutional Voids in Emerging Markets”. Harvard Business School Background Note 106-014, August 2005) explican que en los mercados que no disponen de todas las instituciones o roles necesarios para su funcionamiento y excelencia, existen fuentes de ineficiencias y oportunidades de negocios.

Si pensamos en las licitaciones eléctricas, lo que se hace es agregar la demanda energética, facilitar las transacciones entre oferentes y consumidores, de una manera confiable y con la mejor información disponible. Así, una licitación puede ser entendida como la concurrencia de cuatro de los seis roles que Khanna y Palepu postulan como necesarios: mejoradores de confianza (el proceso de licitación certifica la “seriedad” de los participantes, con mecanismos de selección, adjudicación y garantías); analistas y consejeros de información (se analiza la demanda residual y se introduce concepto de bloque de suministro horario); agregadores y distribuidores (se agregan las demandas energéticas de las distribuidores y se adjudican a los generadores ganadores); facilitadores de transacciones (el proceso de adjudicación es abierto, único y claro). Los últimos dos roles son de árbitros y jueces (que resuelven disputas) y reguladores (creadores de política y leyes).

Quizás el resultado de la licitación pasada no se debe explicar sólo desde las cualidades del proceso, lo atractivo de las tecnologías y/o la audacia de los participantes. Corresponde analizar si tan sorprendentes resultados nos revelan carencias en los roles del mercado eléctrico y que los procesos de licitaciones hacen más evidentes. ¿Por qué sólo observamos tantas ofertas y a precios tan bajos en una licitación, siendo que el mercado es abierto a todos los actores y tecnologías, todo el tiempo?

Todo mercado tiene una arista de emergente si hay carencias en sus roles, lo que genera fricciones e insatisfacción del consumidor final. Esta es la fuente de nuevas oportunidades de negocios y desarrollos increíbles.

Sin duda, las licitaciones abrieron nuevas perspectivas a los productores de energías solares y eólicas, que ya se convierten en actores maduros y tradicionales. La pregunta ahora es, ¿qué actor está viendo, en los vacíos del mercado eléctrico, la oportunidad de sorprendernos?

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