Las energías renovables tienen el viento a favor en Chile

7 octubre, 2015

ERNC critica las trabas para entrar al sector eléctrico

Actualmente hay en Chile 50 proyectos de energías renovables no convencionales en construcción.

La presencia en Chile de empresas españolas del sector de las energías renovables no convencionales (ERNC), uno de los más importantes a escala mundial, es muy numerosa. No solo incluye a generadoras, sino que abarca también a ingenierías, consultoras, fabricantes de equipos y estructuras de soporte, operadores y una amplia gama de pequeñas y medianas empresas que participan activamente en la construcción y montaje de estas plantas.

Los chilenos no son los únicos beneficiarios del saber hacer español; una mayoría de naciones americanas y un buen número de países de todo el mundo cuentan con sus conocimientos y existen hoy proyectos de gran envergadura que están siendo levantados por hispanos.

Algunos datos relevantes. España es el primer país europeo en generación de energía eólica y el cuarto en el mundo por potencia instalada: se ubican por sobre los 23.000 megavatios (MW). Ocupa la tercera plaza en Europa y la cuarta en el globo en potencia asentada en energía solar fotovoltaica. Tienen la mayor capacidad emplazada de energía solar termoeléctrica, con centrales en operación comercial de las cuatro tecnologías disponibles: torre, cilindroparabólicas, Fresnel y discos. Un porcentaje de proyectos que supera con creces el 50% están siendo desarrollados por sociedades españolas en diferentes lugares de la tierra.

Un referente mundial

A escala mundial España tiene: la empresa con mayor magnitud fotovoltaica instalada; las principales firmas del sector termoeléctrico; el cuarto fabricante de aerogeneradores, en cuota de mercado durante 2011. En definitiva, es un referente internacional que se sitúa en un lugar de liderazgo en todas las áreas; dispone de un tejido industrial potente con compañías que sobresalen en los mercados exteriores, y con un enorme esfuerzo en I+D+i, que las ha colocado en una posición de ventaja comparativa respecto al resto de naciones.

Esta semana en Chile se sumará al grupo de empresarios españoles de renovables ya establecidos una nutrida delegación que vendrá especialmente de la península ibérica a participar entre otras actividades en la Feria Internacional de la Eficiencia Energética y las Energías Renovables (Genera Latinoamérica).

¿Qué se encontrarán en Chile? Al día de hoy existen en el nicho de las ERNC 50 proyectos en construcción, que suman 2.394 MW de potencia, que entrarán en operación entre ahora y 2017. Chile dispone ya de 2.264 MW, lo que equivale al 11,27% del volumen eléctrico del sistema chileno. Dentro del Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA), existen 69 iniciativas en etapa de calificación equivalentes a 6.015 MW y que corresponderían a una inversión de 12.627 millones de dólares. El 56,5% corresponden a solar seguido por parques eólicos.

¿Por qué Chile?

¿Por qué a tantas organizaciones empresariales vinculadas a las ERNC les interesa Chile? Las razones son varias. Destaca el potencial casi ilimitado de recursos para producir ERNC. Veamos algunas cifras que se desprenden de la última evaluación real de ERNC en el país: solar fotovoltaica, 1.263.407 MW; solar de concentración, 548.478 MW; eólica, 37.477 MW; minihidro, 12.472 MW. A lo anterior deberían sumarse los aportes de geotermia de profundidad, que estarían en los 2.000 MW, la biomasa y las energías de procedencias marinas.

Según la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), para el año 2030 es totalmente factible alcanzar entre un 35% y 40% de generación de energía procedente de fuentes renovables. Y hacia el 2050, un informe recién presentado a la presidenta de Chile por el Comité Consultivo de la Energía 2050, en el que participan los actores más relevantes de la industria local, señala que la participación puede alcanzar el 70%.

Sin duda esta visión a mediano y largo plazo abre un horizonte trascendental para los diversos actores sean estos nacionales o extranjeros. La condición de insumo de la energía, muy importante para el crecimiento, da un paso más allá y se sitúa como un motor de desarrollo en sí mismo, creando conocimiento, produciendo vía innovación y desarrollo productivo bienes y servicios tecnológicos.

Entre las fortalezas que Chile pone a disposición de aquellos grupos extranjeros que decidan integrarse, se encuentra lo ya sabido por todos: claridad y estabilidad en las reglas; apoyo regulatorio para el desarrollo de las ERNC y disposición a aminorar los impedimentos que les perturben; crecimiento de la demanda; adquirir experiencia en un mercado competitivo, y, al igual que hicieron y hacen otras muchas entidades que llegaron a Chile, usar al país como sede de una estrategia de desarrollo regional.

Fuente: El Economista América

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