Las cuatro razones que llevaron al cobre a cerrar bajo los US$3

7 diciembre, 2017

JP Morgan anticipa que en los próximos doce meses el metal rojo podría retroceder hasta un promedio de US$2,59 la libra al término de 2018. La menor demanda de China se anticipa como una de las principales causas.

Desde hace dos meses que el cobre cotiza por sobre los US$3 la libra; sin embargo, la volatilidad durante las últimas jornadas llevó al precio del metal rojo a caer por debajo de la barrera y cerrar la jornada con una baja de 1,59%, cerrando ayer en US$2,96 la libra, su menor valor desde el 5 de octubre.

Con este retroceso, acumula dos días continuos de mermas, los que podrían extenderse aún más, ya que, según explica Bloomberg, serían, a lo menos cuatro los sustentos para un cobre por debajo de su valor actual:

Exceso de suministros

Los inventarios de cobre en los mercados mundiales siguen siendo demasiados, incluso después de las fuertes interrupciones en las minas de nuestro país e Indonesia a comienzos de año. De hecho, un gran flujo de entrada en la Bolsa de Metales de Londres fue uno de los factores que propiciaron la caída de ayer, ya que sirvió de recordatorio de que al mercado no le falta metal rojo.

Curva de precios futuros

La curva de precios forward muestra que unas condiciones de oferta abundante podrían continuar en los próximos meses. Los precios de referencia del cobre a tres meses se negocian con un descuento respecto a los contratos a plazo que finalizan en fechas posteriores.

Demanda china

Las preocupaciones globales en torno a las restricciones en China respecto de su mercado inmobiliario podrían transformarse en un viento en contra para los metales industriales. El gigante asiático es el principal comprador de cobre y durante este año las primas de entregas físicas que cubren el coste del envío del metal han ido disminuyendo durante el año, lo que sugiere que las necesidades de compra de cobre por parte de China no están ejerciendo presión sobre la oferta.

Reversión de Shanghai

Un mercado nervioso por una importante posición larga que se acumuló en Bolsa de Futuros de Shanghai en los últimos meses, explica también el retroceso de las últimas jornadas, según comentó a Bloomberg Nicholas Snowdon, analista de metales en Standard Chartered Plc.

En esa línea, el analista dijo que los inversionistas no tienen claridad respecto de cuándo habrá un cambio en la postura, por lo tanto se encuentran cautos respecto de sus posiciones alcistas. Las fuertes oscilaciones de precios observadas ayer durante las sesiones de negociación de la bolsa sugieren que la posición se está empezando a vender, dijo Snowdon, y agregó que esto podría aumentar la presión a corto plazo sobre los precios.

2018 a la baja

El último reporte sobre metales de JP Morgan, revela que el cobre podría continuar su mala racha, lo que se traduciría en un cierre para el próximo año en US$2,59 la libra. El fenómeno aplicaría para todos los commodities, según explicó el banco de inversión, asegurando que éstos seguirían la línea de los bonos soberanos y la deuda europea que debieran mostrar bajos rendimientos el próximo año.

Entre las razones que comenta el reporte de JP Morgan, están el aumento en el suministro de cobre, sumado al hecho de que varios indicadores sectoriales de China, entre los que se incluye la construcción de viviendas, se mantendría a la baja.

Con todo, para el columnista de Bloomberg experto en commodities, David Fickling, los inversionistas de cobre deben tener en consideración la resolución de la Semana del Cobre de Asia celebrada entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre en Shanghai, donde se dieron cita mineras y fundiciones y donde se esperaba que alcanzaran un acuerdo respecto de las tarifas de procesamiento para 2018; sin embargo no lo lograron.

“Los cargos por tratamiento chinos cayeron a un mínimo de varios años de US$75 por tonelada métrica en marzo. Las mineras parecen creer que un precio en ese nivel o incluso menor estará justificado durante el próximo año (…) (pero) las fundiciones argumentan a favor de mantener los cargos por tratamiento y refinación planos en alrededor de US$80 por tonelada o más, basándose en las preocupaciones de que las regulaciones ambientales ralentizarán la incorporación de nuevas instalaciones mientras las huelgas mineras se diluyen”.

Fuente: Pulso

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