Las cartas de LAP

24 septiembre, 2017
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Panorámica parque eólico San Juan de Chañaral de Aceituno. (Foto: LAP)

Panorámica parque eólico San Juan de Chañaral de Aceituno. (Foto: LAP)

Con foco en los proyectos hidroeléctricos y renovables, la compañía de generación Latin America Power (LAP) apuesta por incrementar su participación en el mercado eléctrico local. Aunque por ahora, los esfuerzos inmediatos de la compañía apuntan a afianzar los activos en operación que tiene en Chile.

Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
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Aterrizó en Chile en septiembre de 2011, con el objetivo de contribuir a ampliar la matriz energética del país. Se trata de Latin America Power (LAP), compañía de generación eléctrica renovable, cuyos accionistas principales son fondos de inversión administrados por empresas brasileñas.

En Chile, LAP tiene tres centrales que están operativas. Los primeros proyectos fueron las centrales de pasada Carilafquén y Malalcahuello, las que se encuentran ubicadas en el sector de Carén bajo en la comuna de Melipeuco, Región de La Araucanía. Tienen una capacidad de generación total de 29 MW y están operando desde comienzos del 2016.

Además destaca el parque eólico San Juan de Chañaral de Aceituno, que se ubica en la zona costera al sur de la comuna de Freirina, región de Atacama. Comenzó a desarrollarse el año 2012 y desde fines del 2016 se encuentra en pleno funcionamiento. Tiene una capacidad de 184,8 MW, la cual es generada por 56 aerogeneradores, “lo que posiciona a este parque como uno de los de mayor envergadura en el país”, afirma la propia compañía.

Actualmente la firma mantiene un acuerdo con Metro de Santiago, en el cual se establece, en conjunto con otro proyecto ERNC, el suministro de cerca del 60% de la energía que requiere dicho transporte público.

También en el año 2013 LAP adquirió el parque eólico Totoral, el que se encuentra en la región de Coquimbo y está compuesto por 23 aerogeneradores que equivalen a una capacidad de generación de 46 MW.

Mientras tanto en Perú, la compañía ha ido desarrollando un portafolio de proyectos hidroeléctricos, donde a la fecha cuenta con 6 centrales de una capacidad total de 74 MW, y varios proyectos en desarrollo con esta misma tecnología.

En este sentido, la firma tiene un portafolio de proyectos por 700 MW, de los cuales el 50% se encuentran en Chile y el resto en Perú. De los que se desarrollarían en el país predominan las tecnologías eólica y solar. Y es que, a juicio de la propia compañía, la concreción de estos proyectos pasa por la estructuración de contratos de venta de energía de largo plazo, ya sea con clientes regulados como con clientes libres.

 

Participación en las licitaciones

Ahora bien, en relación con las dificultades que la compañía ha debido superar a la hora de concretar sus proyectos, los desafíos no han estado ausentes. En LAP comentan que han debido coordinar diferentes aspectos trascendentales para la gestión de la compañía, como la generación eléctrica a partir de energías limpias y la inclusión de las comunidades en los determinados proyectos.

Parque eólico Totoral que se ubica en la región de Coquimbo y está compuesto por 23 aerogeneradores, que equivalen a una capacidad de generación de 46 MW. (Foto: LAP)

Pero un elemento que ha sido difícil de resolver es el acceso al financiamiento, el cual se ha vuelto más complejo, ya que exige una importante mitigación de riesgos, tales como los de construcción, operación y de comercialización de energía durante la vida útil de los activos.

¿Cuáles son los planes de LAP a futuro? Hoy los mayores esfuerzos de la compañía están enfocados en afianzar los activos en operación que tiene en el país, aunque no descartan analizar nuevas oportunidades para incrementar su participación en el mercado eléctrico local.

“Estamos participando en procesos de licitación para abastecer a clientes libres, mientras seguimos explorando la posibilidad de participar en la licitación de suministro para empresas distribuidoras. Nuestro objetivo es establecer compromisos de venta de energía de largo plazo para los proyectos”, señalan desde LAP.

Una crítica que deslizan en la compañía es que en la licitación de distribuidoras les preocupa el hecho que no se consideren compromisos mínimos de compra y que el inicio de suministro se establezca para el año 2024. Hecho que en opinión de LAP, “implica factores de riesgo no deseables para los flujos de caja de los proyectos”.

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