Revista Nueva Minería

La conmoción mundial que causó la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha impactado particularmente a su vecino sureño. Pero no todo tiene que ver con el muro -que dice el nuevo mandatario- construirá en la frontera. Expertos y analistas anticipan un período incierto para la economía mexicana, lo que repercutiría también en su minería.

Revista Nueva Minería y Energía

Camila Morales
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El muro que construirá eventualmente el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la frontera con México, ha sido solo la punta del iceberg de las posibles consecuencias que tendría para este país latinoamericano la reciente llegada del polémico magnate a la Casa Blanca.

Si bien la construcción del muro en el límite fronterizo entre ambos países ha acaparado la atención mediática, la mayor preocupación del gobierno mexicano es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés), del que forman parte Canadá, Estados Unidos y México.

Una renegociación de este tratado en los términos de Donald Trump significaría un problema para esta nación latinoamericana, considerando que la eliminación de las políticas de inversión entre estos tres países podría dificultar las proyecciones de crecimiento económico para México.

Con este escenario como telón de fondo, ¿qué ocurrirá con la minería en el país azteca? Variadas son las opiniones. Mientras algunos actores creen que la minería será una de las pocas industrias que no verá mayores efectos negativos con las políticas restrictivas de Trump, otros consideran que el efecto será tangible.

2017, año de incertidumbre

Entre enero a noviembre de 2016, el índice de actividad industrial del sector minero acumuló un descenso de 6%, disminución que en la opinión de Sergio Almazán, director general de la Cámara Minera de México (Camimex), se debe principalmente “a la baja en la demanda de metales de China, la debilidad en el crecimiento económico del país, y la aplicación de los derechos a la minería, entre otros factores”.

Pese a la tendencia negativa que la minería registra desde 2013 en este país, desde la Camimex esperan que el bajo ritmo se revierta, principalmente porque “la economía internacional muestra una recuperación paulatina para aumentar inversiones que permitan concretar ampliaciones y expansiones en los proyectos mineros (…). Confiamos en mantener el liderazgo de México como productor de plata a nivel mundial”, dicen desde el gremio minero.

Pero con la irrupción de Trump y su todavía poco claro programa en el mapa económico mundial, las proyecciones poco favorables de México podrían continuar.

Para Fernando Alanís, director General de la compañía minera Peñoles, la industria se verá afectada por las decisiones que tomará el mandatario estadounidense en los diversos acuerdos económicos, como el Tratado de Libre Comercio (TLC) y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP).

“En el sector minero tendrá un impacto importante, ya que esto repercute en los bienes que se importan, específicamente equipos tecnológicos. Lo que se tiene que hacer es un análisis profundo, ya que traería graves consecuencias a todos el dejar de lado los acuerdos comerciales”, señaló Fernando Alanís.

Sin embargo, y pese a la incertidumbre que todavía se mantiene en la industria, otros expertos prefieren destacar el potencial que siguen teniendo algunos metales. ¿La razón? Además de que la economía china crezca en línea con lo estimado, la posibilidad de que las medidas de Trump impliquen un mayor gasto público en infraestructura, aumentaría la demanda mundial de cobre y hierro.

No ocurriría lo mismo con los metales preciosos, como es el caso del oro y la plata. Pese a que el año pasado el precio de las acciones de mineras como Peñoles, Grupo México y Frisco registró incrementos de más de 100%, analistas creen que en 2017 estas compañías tendrán una corrección en su precio por la menor demanda por parte de China y Estados Unidos bajo el alero de Trump.

La inversión proveniente de Canadá en materia minera representa en México más del 70% del total de los recursos de origen extranjero para el sector.

Así, las proyecciones en torno a la minería mexicana son diversas ante el nuevo panorama político y económico al que se verá enfrentado este país. Pese a este escenario, el objetivo es claro: despertar el optimismo de la industria por medio de una mayor inversión.

Mientras en 2012 en México se inyectaron US$ 1.165 millones en exploración, el año pasado esta cifra apenas fue de US$ 480 millones, alcanzando un descenso de 59% en cuatro años. Por ello la idea es impulsar el rubro este 2017, año en que se estima una inversión total en el sector de US$ 4.800 millones.

“Desde 2013 la minería ha tenido retrocesos importantes en sus indicadores, pero sabemos que el sector es cíclico, es una de las industrias fundamentales para la economía del país y precisamente por eso también es susceptible de una importante volatilidad”, precisó el director General de la Camimex.

Los lazos con Canadá

Con el objetivo de fortalecer el comercio bilateral, a inicios de este año autoridades mexicanas se reunieron con el ministro de Recursos Naturales de Canadá, Jim Carr, quien dijo estar “gratamente sorprendido por encontrar gran interés” de las empresas canadienses por invertir en los sectores minero y energético de México.

Porque pese a que este país latinoamericano ha perdido competitividad por los recientes cambios en materia de exploración minera establecidos en la reforma fiscal de 2014, el gobierno canadiense ha continuado estrechando lazos para que el mundo empresarial de este país siga enfocado en México.

La idea es mantener esta tendencia para fortalecer las inversiones, a pesar de las complicaciones que puedan ocasionar las medidas de Donald Trump para México. De esta forma, si los capitales canadienses en materia minera representan en México más del 70% del total de los recursos de origen extranjero para el sector; este año la apuesta es ir por más.