Revista Nueva Minería

El gusto por la minería lo adquirió de su padre. Pero nunca imaginó que se convertiría en actor de primera línea de las operaciones mineras más importantes del país. Ahora, las energías de Hugo Herrera están enfocadas en lograr la puesta en marcha del proyecto Quebrada Blanca Fase 2, de la firma minera Teck.

“Lo que se hereda, no se hurta”, reza un viejo y sabio refrán. Una frase que parece calzar con la biografía de uno de los protagonistas más reconocidos de la minería nacional, y que ha desarrollado “escuela” a través de su vasta y relevante trayectoria. Nos referimos a Hugo Herrera Carvajal, actual gerente general de la compañía Quebrada Blanca, perteneciente a la firma minera Teck.

Es que su gusto por la minería lo adquirió de su padre Félix Herrera, quien se desempeñó en la industria salitrera, entre otros trabajos mineros. No sólo eso. También destaca el hecho de haber crecido en una zona minera como Calama y porque su madre lo envió a estudiar a Copiapó.

Fue precisamente en esta ciudad de la Región de Atacama donde comenzó a dar sus primeros pasos para adentrarse en el complejo mundo de la minería. Así, llegó a titularse como ingeniero en Ejecución en Metalurgia en la Universidad de Atacama. Y con la idea de continuar su especialización, obtuvo un diplomado en Recursos Humanos en la Universidad Católica y un MBA de la Universidad de Chile y la Universidad de Tuline, Nueva Orleans.

Gracias a esta preparación, su espíritu inquieto se comenzó a manifestar mientras cursaba sus estudios superiores al ingresar como operador en pequeña minería en Copiapó.

Pero su estreno en las grandes ligas de la minería se dio cuando se graduó de su profesión. En ese momento, ingresó a CAP Planta de Pellet Huasco, donde “tuve la fortuna de enfrentar mi primera puesta en marcha de una planta de gran magnitud, ejerciendo distintas funciones tales como, operador de sala de control, jefe de turno y jefe de operaciones en el área de molienda”, cuenta.

Y en búsqueda de nuevas oportunidades, sus horizontes se ampliaron. ¿El objetivo? Australia. Con una clara decisión, el profesional emigró con su familia al país oceánico, con el fin de crecer tanto en el ámbito personal como laboral.

Fue así como en Australia apostó por trabajar en la minería del oro, níquel y diamantes, desempeñando diversas actividades como jefe de turno, metalurgista de proceso y proyecto, y también como superintendente de producción y exploraciones en oro y diamantes.

“Esta experiencia resultó el mayor desafío de mi vida. Pero lo más relevante fue lograr conformar un buen equipo con mi familia, además de conocer e interactuar con personas de distintas culturas”, comenta.

Regreso a Chile: nuevas metas

Sin embargo, sus recuerdos por Chile lo motivaron a regresar. Después de estar 10 años fuera del país y con una carpeta de conocimientos y habilidades aprendidas bajo el brazo, el ejecutivo ingresó a trabajar a una de las compañías de mayor prestigio en el mapa minero actual: Minera Escondida, perteneciente a la anglo-australiana BHP Billiton.

Ya en ese entonces, se estaba perfilando como una de las firmas más importantes del rubro, y en la que cualquier profesional soñaría con hacer carrera. Y Hugo Herrera fue uno de los “elegidos”, convirtiéndose en testigo privilegiado de su despegue y posicionamiento a este lado del continente.

“Entré justo al inicio de la operación cuando era una planta de proceso de 35,000 tmpd, muy distinto a la Escondida actual. Y participé junto a otros colegas en el crecimiento exponencial de Minera Escondida, inicialmente con una planta concentradora pequeña. A través de los años, terminó en un complejo minero de excepción, con dos plantas concentradoras y dos plantas de cátodos óxidos y sulfuros”, dice con orgullo.

Gracias a su buena evaluación, la compañía minera Teck lo transfirió a Quebrada Blanca como gerente general, función que ejerce hasta el día de hoy. (Foto: Teck).

Luego de esta etapa, ingresó a trabajar en la compañía minera Nevada (subsidiaria de Barrick Gold) como gerente de Procesos. Su rol específico fue trabajar en el diseño de la planta de proceso del Proyecto Pascua Lama, en conjunto con una empresa de ingeniería y personal de Barrick Gold. Otro de sus grandes retos, como señala.

No obstante, se retiró voluntariamente en 2009 y entró a trabajar a la compañía minera Maricunga como gerente general, donde los desafíos fueron varios: negociaciones colectivas, temas de seguridad, producción, normalización ambiental y cumplimiento de los planes y programas de producción, sin obviar el desafío de la altitud de la faena.

Nuevamente en octubre de 2010, se traslada a otra firma. En ese entonces, aterrizó en la compañía minera Teck Carmen de Andacollo en el cargo de gerente general, asumiendo distintos retos como la seguridad de los trabajadores y normalizar la producción de una planta concentradora que acababa de colocarse en marcha.

Gracias a su buena evaluación, la compañía minera Teck lo transfirió a Quebrada Blanca como gerente general, función que ejerce hasta el día de hoy.

En esta compañía, Herrera relata que una de sus mayores tareas es lograr transitar de un proceso que culmina, como es la lixiviación, y otro que nace como la molienda y flotación.

“Esto sucede porque en forma natural se agota el mineral supérgeno y aparecen reservas importantes del mineral hipógeno. Mi principal objetivo ahora, es lograr que el gran proyecto futuro de Quebrada Blanca Fase 2 logre partir en el tiempo justo, cuando se nos termine el mineral”, señala con la convicción que le da el camino recorrido por las encrucijadas de la minería. Una nueva aventura que acapara toda su atención. Y espera ir por más.