Revista Nueva Minería

(Foto: Codelco)

Si durante el siglo pasado la mera extracción de recursos era el objetivo central de la minería nacional, conforme al paso de los años y a las nuevas exigencias, el sector ha debido adaptarse a un cambio de paradigma. En pleno siglo XXI, expertos dan a conocer propuestas para avanzar en un nuevo tipo de desarrollo minero.

Camila Morales
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La promoción de exportaciones de recursos naturales, la entrega de condiciones favorables para el arribo de capital extranjero a Chile, y el establecimiento de garantías y reformas legislativas en pos de una mayor inversión por parte de grandes compañías han sido tres componentes claves para sostener la economía exportadora nacional.

Por medio de la extracción de recursos primarios, como los minerales, Chile ha fortalecido en los últimos cuarenta años la inversión extranjera, cuestión que ha dejado en evidencia virtudes y deficiencias de esta forma de crecimiento. Es en este punto cuando el cobre, “la viga maestra” del desarrollo económico chileno, entra en discusión.

¿Continuará siendo el metal rojo el motor de la economía nacional? ¿Un mejor desarrollo de capital hasta qué punto depende de este mineral? ¿Chile está preparado para cambios estructurales en su economía? Son parte de las preguntas que parecen pertinentes plantear, considerando el envejecimiento de los yacimientos y la disminución de la ley del mineral.

Como lo han señalado autoridades y expertos del sector, en los últimos años se ha logrado consenso respecto a la urgencia de contar con una visión de largo plazo sobre el desarrollo de la minería en Chile. Pero modificar el escenario involucra importantes desafíos estructurales en que el Estado, la sociedad civil y el sector privado adquieren roles determinantes.

Por esta razón, desarrollar nuevas estrategias para transformar la minería del mañana, donde la diversificación productiva y la innovación sean las protagonistas, parece ser la fórmula para cambiar el escenario extractivista que actualmente predomina.

Por una nueva minería

En esta línea de avanzar en nuevas estrategias, el gobierno ya ha presentado algunas iniciativas que pretenden alinearse con una visión de futuro para la industria. Una de ellas es la llamada Hoja de Ruta Tecnológica (HRT), que busca que el cobre desempeñe un rol crucial vinculado a la innovación tecnológica.

“Ante la difícil etapa marcada por el fin del súper ciclo minero, hemos sacado lecciones y eso nos permite apreciar en toda su magnitud la capacidad reacción de nuestro sector para asumir el liderazgo que se requiere en materia de productividad. Estamos en la primera línea de un trabajo que ensambla la sofisticada cadena productiva que orienta a la minería”, afirmó la ministra Aurora Williams, en el foro “Una Política Minera para el Chile del siglo XXI”.

En el denominado Roadmap Tecnológico 2015 – 2035, coordinado por Fundación Chile (FCh) y otras entidades, se establecieron ocho prioridades estratégicas, donde se destaca potenciar el desarrollo de proveedores, mejorar la productividad en la minería a cielo abierto, mejorar la competitividad de las fundiciones y refinerías, y desarrollar capital humano acorde a los requerimientos actuales y futuros de la industria.

En la opinión del presidente de Fundación Chile, Patricio Meller, es necesario generar encadenamientos productivos para transformar al país en proveedores de clase mundial. “En Chile se mantiene un cuello de botella respecto a este tema, porque las empresas creen que lo extranjero siempre será más innovador que lo creado en tierra nacional”, advierte Meller.

De acuerdo a datos de la investigación realizada para elaborar el Roadmap Tecnológico, entre 1990 y 2015 la producción cuprífera (TM) aumentó 3,5 veces, cifra que contrasta con lo pronosticado para los próximos 25 años, período en que se haría difícil expandir la producción actual en más del 40%.

Por esta razón, argumentan los expertos, se hace urgente resolver diversos desafíos tecnológicos, donde la extracción de cobre sea la protagonista de una nueva plataforma innovativa. Así lo indica también Mauro Valdés, presidente del Programa Nacional Alta Ley, quien reafirma la idea de que la minería posea las condiciones que generen el surgimiento de un ecosistema robusto de innovación.

“La evidencia internacional indica que en el siglo actual el crecimiento sustentable de los países depende fuertemente del desarrollo de innovación y tecnología”, precisó Valdés, en el marco de un seminario sobre políticas públicas para el sector, organizado por estudiantes de la Universidad de Chile.

En este sentido, otra arista a analizar es el rol que jugarán las regiones en una eventual nueva etapa minera. Esta es la demanda de autoridades representantes de estas zonas, como Baldo Prokurica (RN), senador por la Región de Atacama, y Alejandro Guillier (independiente), senador por la Región de Antofagasta, quienes han destacado la urgencia de otorgarle mayores recursos mineros a estas zonas.

“Es necesario otorgarle mayor importancia a las regiones y a la pequeña y mediana minería que se desarrolla en el norte. Estas zonas deben tener mayores beneficios en la nueva era que eventualmente tendrá el rubro”, afirmó Prokurica.

En los últimos años se ha logrado consenso respecto a la urgencia de contar con una visión de largo plazo sobre el desarrollo de la minería en Chile. (Foto: Codelco)

La visión desde la industria

Frente a este escenario de cambios, las propuestas que emergen por parte de actores de la industria han sido especialmente escuchadas y debatidas. Ideas novedosas han acaparado la atención en un momento en que el sector acelera la marcha para establecer liderazgo global en minería sostenible.

En la búsqueda de este nuevo modelo de desarrollo, para el presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche, el problema es que la industria tiende a no ver las oportunidades en la cooperación para sobrellevar un entorno más complejo y demandante.

“Las compañías mineras están realizando cambios de manera descentralizada. Esto no es sinónimo de progreso, porque cada empresa optimiza sus procesos por medio de objetivos individuales y no a escala industrial”, afirma Landerretche.

En su opinión, para avanzar en una mayor toma de decisiones en conjunto, es necesario que el Estado asuma un rol de coordinación que, hasta ahora, “se ha dejado de lado”, aseguró en el foro “Una Política Minera para el Chile del siglo XXI”, donde además destacó la idea de crear un sistema de interconexión hídrica. “Es decir, un sistema de aguas similar a lo que ha sucedido a nivel energético”, explicó.

Por su parte, el asesor del directorio de Antofagasta plc, Diego Hernández, se mostró más cauto en sus propuestas, argumentando que la inversión “no llega de forma automática”.

“No hay que olvidar que la minería tiene un efecto positivo y multiplicador sobre las economías locales y regionales”, precisó el ejecutivo, quien recalcó que la competitividad es uno de los factores claves para mantener el crecimiento de la minería en Chile.

¿Cuáles serán finalmente las ideas que el sector adoptará para avanzar en una nueva política minera? Aunque ya se iniciaron las conversaciones para establecer los lineamientos de esta etapa de transformaciones, principalmente por medio del Roadmap Tecnológico 2015 – 2035, la magnitud de este cambio es radical.

Por ello, el grado de colaboración entre los diversos actores involucrados en la cadena de valor, es elemental para una nueva minería, argumentan los expertos. Pues, los retos pendientes por superar generan innumerables y diversas opciones que buscan llegar a un mismo destino: lograr una minería realmente sostenible e inclusiva.