Revista Nueva Minería

Grasberg, la segunda mina que más produce cobre en el mundo. (Foto: Cuslar)

La compañía no pasa por su mejor momento, principalmente debido a los problemas que ha generado su yacimiento Grasberg, en Indonesia. En Sudamérica, donde cosecha la actualización de su proyecto minero Cerro Verde (Perú), las cosas parecen estar más tranquilas.

Revista Nueva Minería y Energía

Daniela Tapia
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Días poco favorables está viviendo la compañía minera Freeport-McMoRan a nivel global. ¿La razón? Su yacimiento Grasberg, ubicado en la provincia de Papúa, Indonesia, y catalogado como la segunda mina que más produce cobre en el mundo, enfrenta una paralización de sus trabajadores y problemas para renovar el permiso para exportar.

Este último aspecto apunta a las normas incorporadas por Indonesia en enero pasado, donde se exige a las mineras pasar de sus actuales Contratos de Trabajo (COW) a los llamados Permisos Mineros Especiales (IUPK), para poder reanudar las exportaciones de minerales semiprocesados y concentrados.

Según señaló públicamente el presidente y CEO de Freeport, Richard C. Adkerson, “las regulaciones que Indonesia emitió el 12 de enero exigiendo que Freeport renuncie a sus derechos mineros a largo plazo antes de reanudar las exportaciones, son en efecto una forma de expropiación”, por lo que llamó al gobierno local a respetar el contrato “jurídicamente vinculante” que tiene la firma minera.

Dado este panorama, la empresa evalúa un plan para suspender sus inversiones en Papúa, reducir su producción en aproximadamente un 60% frente a sus niveles normales e implementar un plan de baja de costos.

De hecho, mediante un comunicado, la empresa señaló la postergación de sus planes para invertir US$1.000 millones al año a largo plazo en la expansión subterránea de Grasberg. “Además, la producción de mineral de cobre en esta mina se reducirá a 95.000 toneladas diarias en 2017 desde las 140.000 toneladas previamente estimadas”, indicó públicamente la empresa.

Cabe recordar que en las minas de cielo abierto y subterráneas de Grasberg trabajan alrededor de 19.500 personas, que generan una producción anual de 744 millones de libras de cobre y de 1,2 millones de onzas, según datos consolidados de 2015.

Al cierre de esta edición, la firma estadounidense reconoció que las negociaciones con el gobierno de Indonesia están en un punto muerto, amenazando con llevar al país a un arbitraje internacional y buscar compensaciones por la disputa contractual que ha detenido las operaciones en Grasberg.

En Chile, la eventual venta del 51% que posee Freeport McMoran en la mina El Abra, se instaló desde hace ya meses en el mercado. (Foto: Freeport McMoran Chile)

¿Qué pasa en América Latina?

En Sudamérica, las cartas de la compañía parecen tener algo de “respiro”. Es lo que ocurre con el yacimiento Cerro Verde situado en Perú, cuyo accionista mayoritario es Freeport McMoRan, y que ahora está cosechando los beneficios de una gran actualización que se completó el año pasado.

Con una inversión de US$4.600 millones la ampliación de la mina de cobre, cercana a Arequipa, es una de las más grandes y exitosas realizadas hasta ahora. La expansión permitirá una capacidad anual extra de 600 millones de libras, es decir, unas 270.000 toneladas.

Mientras que en Chile la eventual venta del 51% que posee la compañía en la mina El Abra se instaló desde hace ya meses en el mercado. Y es que la necesidad de hacer caja de la empresa estadounidense la ha obligado a desprenderse de activos no estratégicos, categoría en la que entraría la faena ubicada en Antofagasta y que comparte junto a Codelco.

En este contexto, en Codelco estarían evaluando comprar un porcentaje de la minera El Abra, según lo ha expresado públicamente el presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche. Así lo manifestó durante una entrevista, en la que reconoció que Codelco estaría interesado en El Abra, pero a un “precio correcto”, según advirtió.

Y como la minería ha sufrido los embates de la volatilidad del mercado, la mina El Abra no ha sido la excepción ante la baja del precio del cobre. En 2015 la mina cerró con 11,5% menos de elaboración de cobre, totalizando 147,2 mil toneladas. De acuerdo a las expectativas, este año la cotización del metal rojo se elevaría un poco más, lo que podría repercutir favorablemente en los activos de Freeport.