Revista Nueva Minería

Carlos Landolt Polizzi falleció este sábado 14 de enero. (Foto: IIMCh)

El destacado ingeniero civil de minas y doctor en ciencias materiales desarrolló una extensa carrera, tanto en Chile como en Canadá. En 2009 fue distinguido con el Premio Alexander Sutulov por su aporte a la investigación científica y tecnológica en materias geológicas y minero-metalúrgicas.

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“Innovar, innovar, innovar”. Así respondía Carlos Landolt Polizzi cuando se le preguntaba qué necesitaba Chile, y en especial, la industria minera, para seguir desarrollándose para dejar atrás su mera condición de extractor de recursos naturales.

Es que la innovación no sólo era un tema que lo apasionaba. También fue desde un comienzo foco central de su trabajo y de su carrera profesional ligada a la minería, la metalurgia, y por supuesto, a la investigación y desarrollo.

Una carrera que comenzó muy joven, tras titularse de la Universidad de Chile como ingeniero civil de minas, y que tuvo uno de sus grandes hitos en 1970, cuando se convirtió en el primer director Ejecutivo del entonces recién creado Centro de Investigación Minera y Metalúrgica, CIMM.

En el último tiempo, el cierre del CIMM decretada por el gobierno anterior lo tenía preocupado. Y si bien mantenía cierta esperanza de ver reabierto al centro en el corto plazo tras los anuncios oficiales de una posible reactivación del CIMM, no alcanzó a ver concretado este deseo, al fallecer este sábado 14 de enero.

Carlos Landolt (al centro), recibiendo el Premio “Alexander Sutulov 2009” de manos del entonces ministro de Minería, Santiago González (a la izquierda), y del presidente del IIMCh de ese momento, el también fallecido Luis Sougarret. (Foto: IIMCh)

Carrera profesional

Con la innovación como área central de su interés, Carlos Landolt egresó en 1960 de la carrera de ingeniería civil de minas de la Universidad de Chile, donde destacó con un “brillante desempeño”, según recuerdan sus compañeros de generación.

Después de titularse, comenzó una carrera ligada a la minería y a la metalurgia que lo llevó a convertirse en el primer director Ejecutivo del CIMM entre 1970 y 1973. Tras el golpe de Estado, se vio obligado a salir del país, fijando residencia en Canadá, donde vivió casi treinta años.

Durante su exilio en Canadá, se desempeñó en diversas funciones relacionadas con la metalurgia, fundamentalmente en la Fundición Inco, que marcó fuertemente su trayectoria.

“En mis 15 años como superintendente técnico de la Fundición Inco aprendí tanto de los obreros como de mis colegas. Mis días comenzaban con una caminata por la planta, para mirar y conversar. No es necesario entender todos los detalles de la ciencia para percibir problemas y visionar soluciones. Más aún, pienso que los que hemos tenido la fortuna de dedicar muchos años a la vida universitaria tenemos también la obligación de escuchar e interpretar a los tantos observadores inteligentes que manejan la industria”, recordaba en 2009, en una entrevista concedida al Instituto de Ingenieros de Minas, del cual fue miembro y socio honorario.

Este aprendizaje que tanto valoraba del ejercicio diario de la profesión lo complementó con estudios de posgrado en la Universidad Estatal de Pennsylvania, donde obtuvo los grados de master of science en Metalurgia y doctor en Ciencia de los Materiales.

Durante su carrera, Landolt abordó también otros temas de gran interés para la industria, como la productividad, el análisis de los procesos, la pirometalurgia de níquel y cobre, y el medio ambiente y las tecnologías eficientes, los que desarrolló en varios artículos y libros de su autoría, así como como en las clases que dictó como profesor tanto en Chile como en Canadá.

Su marcado énfasis por temas relacionados con la innovación llevaron al Ministerio de Minería a reconocerlo el año 2009 con el “Premio Alexander Sutulov”, una distinción que destaca a quienes realicen y desarrollen investigación científica o tecnológica en materias geológicas y minero-metalúrgicas.