Escenario de inversiones mineras para el 2015

23 febrero, 2015
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Escenario de inversiones mineras para el 2015 Para este año las condiciones del mercado mundial para los minerales
y en particular para el mercado del cobre, serán menos auspiciosas que en los últimos 5 años. Sin embargo, Chile continuará liderando la industria y mostrando efectos menos negativos que en el promedio de los países productores de cobre.

Jorge Cantallopts, Director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco – Artículo especialmente preparado para Revista NME.

Desde que comenzó el actual período de precios altos del cobre a finales del 2003, se viene escuchando que el fin del ciclo está cerca. Luego, con los efectos de la crisis subprime en septiembre del 2008 y el precio llegando a comienzos de enero del 2009 a US$120 c/lb parecía que “por fin” se acababa la bonanza. Sin embargo, ya a mediados del 2009 nuevamente el precio repuntaba a niveles históricos, que se superaron año a año hasta llegar en mayo del 2011 a una cotización récord de US$ 445 c/lb en la bolsa de metales de Londres.

Los años que siguieron al 2011 han estado plagados de anuncios del fin del superciclo del cobre, pero el metal rojo se resiste a caer a los niveles del 2003, que en términos reales equivaldría a un valor del orden de los US$120 c/lb en moneda actual, muy lejano a los US$311 c/lb que promedió el 2014 y a los US$ 290 c/lb que estiman en promedio los analistas para el año 2015.

No cabe duda que la sensación actual del mercado es muy distinta a la observada en el 2003 o en el 2011. Por un lado, ya tenemos certeza que la demanda de China llegó para quedarse con fluctuaciones importantes, pero de manera consistente. Y por otro, enfrentamos un escenario mundial mucho más moderado y menos acelerado que el del año 2011 en cuanto a crecimiento.

Resulta bastante clarificador y en cierta medida tranquilizador, ver la gráfica de la evolución del precio del cobre en los últimos cinco años (ver gráfico 1). Si bien existe un evidente retroceso en los precios respecto a los máximos valores alcanzados el año 2011, este retroceso ha sido muy pausado, incluso en términos relativos con otros commodities mineros como el hierro, oro, plata o incluso el petróleo.

Para el año 2015, las expectativas nos indican que esa suave tendencia a la baja se mantendría, con fluctuaciones de manera consistente por debajo de los US$ 300 c/lb, pero muy por encima de los US$ 130 c/lb del año 2003.

Inversión en exploración en Chile y el mundo

Una de las variables determinantes para el desarrollo sustentable de la actividad minera es el gasto en exploración. En este sentido, el 2014 estuvo marcado por segundo año consecutivo por una caída del 25,6% en el presupuesto mundial de exploración de minerales no ferrosos, luego de un período de expansión que culminó con un monto declarado histórico en 2012.

Según SNL Metals & Mining (2014), ello demuestra el carácter cíclico de la inversión exploratoria y está en concordancia con la tendencia negativa de los precios de metales, representado por el índice del FMI.

El monto total registrado para el presente año llega a US$ 10.739 millones, es decir, muy inferior a los US$ 14.426 millones reportados en 2013.

El continente americano concentra más de la mitad del presupuesto, dividido en partes iguales entre Centro/Sudamérica y Norteamérica, incluyendo México.

A nivel de países, Canadá sigue en el primer lugar con un 13,9%, seguido por Australia y Estados Unidos con un 11,7% y 7,1%, respectivamente. En los lugares cuatro y cinco figuran México y Chile, ambos con un 6,6%.

El presupuesto en exploración minera en Chile bajó durante el año 2014 a US$ 707 millones; es decir, casi US$ 200 millones menos que el año anterior. Sin embargo, el país volvió a posicionarse entre las naciones más importantes, como quinto a nivel mundial, y su participación porcentual subió a 6,6%. Con este resultado logra superar los favorables niveles de participación que ha tenido a comienzos del presente siglo.

Proyectos en la minería del cobre en Chile y el mundo

Si bien el gasto en exploración es un buen indicador de lo que ocurrirá en el futuro en los países, la capacidad para transformar esa exploración en proyectos concretos representa desafíos distintos y muchos muy ligados al diseño de políticas públicas.

Este año en Cochilco hemos elaborado un catastro de proyectos mineros de cobre a partir de publicaciones internacionales y fuentes públicas. En base a ellos se identifican los países competidores relevantes para Chile, esto es, aquellos que presentan un mayor potencial y de crecimiento en su producción, considerando en la selección inicial solamente aquellos que al menos cumplan uno de los siguientes criterios:
1. Cartera de proyectos de gran escala y mediana escala: En etapa de prefactibilidad, factibilidad o ejecución a octubre de 2014; con inversión no menor a US$ 90 millones y con fecha de puesta en marcha definida por la empresa para el período que abarca los años 2014 al 2023. Y en relación al país, que la inversión total sea superior a US$ 500 millones en el desarrollo de iniciativas de la minería del cobre.
2. Principales productores mineros: Que se encuentre top 20 en producción de cobre en el año 2013, y que la producción promedio sea superior a 130.000 tpa de cobre fino en el período de 2004 a 2013.
3. Aporte productivo de cobre: Que las iniciativas tengan una capacidad anual de producción mayor a 30.000 tpa de cobre fino.

Basado en los criterios anteriores se eligieron 20 países, incluyendo Chile. Esta selección significa un aumento de seis países con respecto al informe anterior (Cochilco, 2013). Estos países adicionados son Colombia, Filipinas, Indonesia, Kazajstán, Rusia y Sudáfrica.

El monto total de las carteras de inversiones mundiales a materializarse durante 2015 alcanza los US$ 27.720 millones, equivalentes a 16 iniciativas.

Entre los 5 proyectos de mayor inversión necesaria para materializarse durante 2015 destaca Las Bambas, en el Perú, con US$ 5.900 millones y un aporte productivo máximo de 530.000 tpa de cobre en concentrados.

Lo sigue el proyecto Aynak en Afganistán, con una inversión de US$ 4.390 y un aporte productivo máximo de 180.000 tpa de cobre entre concentrados y cátodos SXEW; y en tercer lugar se encuentra el proyecto de expansión chileno Escondida OGP I, con una inversión de US$ 3.838 millones y una producción estimada de 530.000 tpa de cobre en concentrados, entre reemplazo de producción existente (reemplazo de la actual planta Los Colorados por una de mayor capacidad de tratamiento) y aporte productivo por optimización de la actual planta Laguna Seca.

En cuarto lugar está el proyecto Aktogay de Kazajstán, con una inversión de US$ 2.300 millones y un aporte productivo de 104.000 tpa de cobre en concentrados; y, finalmente, el proyecto Trident en Zambia, con una inversión de US$ 2.000 y un aporte productivo de 285.000 tpa de cobre en concentrados.

Del monto total registrado en los proyectos a materializarse durante 2015, Perú está en el primer lugar con un 24,8% de la inversión y 2 proyectos, en el segundo lugar está Chile que posee un 23,5% con 4 iniciativas, Afganistán un 15,8% con 1 proyecto, Kazajstán un 15,2% con 2 proyectos, Zambia un 7,2% con 1 proyecto y el restante 13,5%, equivalente a 6 proyectos, distribuido en países como Papúa Nueva Guinea (PNG), la República Democrática del Congo, Estados Unidos, Indonesia, Rusia y Brasil.

Aporte productivo al año 2015

Pues bien, si analizamos el aporte a la oferta de cobre para 2015 proveniente de las iniciativas catastradas a materializarse durante este año (Tabla 1) se observa que las iniciativas de Chile contribuirían con casi un tercio del aporte total de los 16 proyectos (31,6% en 4 iniciativas). En segundo lugar se encuentra Perú, que con dos iniciativas de cobre aportarían el 21,4%, seguido por Zambia con un 12,8% del aporte productivo para 2015 (ver gráfico 6).

En resumen, para el año 2015 las condiciones de mercado mundial para los minerales y en particular para el mercado del cobre, serán menos auspiciosas que en los últimos 5 años. En este escenario, Chile continuará liderando la industria y mostrando efectos menos negativos que en el promedio de los países productores de cobre.

No obstante, la capacidad que tengamos como país para enfrentar los desafíos que ya todos conocemos para nuestra minería como son el abastecimiento de agua y energía, productividad laboral y relación con las comunidades serán claves para el desarrollo futuro de la actividad y pueden ser el origen para desarrollar nuevas ventajas competitivas, ya que son desafíos que muchos países mineros enfrentan.

 

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