Eliminar el 50% de carboneras elevaría en hasta 20% costo de la energía a 2030

20 agosto, 2018
carbón

El estudio surgió a raíz de la mesa de trabajo dirigida por el Ministerio de Energía, que encabeza Susana Jiménez. Este tiene como principal objetivo establecer los primeros pasos para la reconversión y cierre de las centrales a carbón en el país.

Efectos indeseados, tanto económicos como sociales, podría sufrir el sistema energético en Chile si la mesa de descarbonización no elabora un plan que tenga objetivos y límites precisos. Así lo advierte un estudio elaborado por la consultora Valgesta, que modela un escenario en el que se elimina el 50% de la capacidad instalada en base a carbón a 2035 -que denomina ‘escenario adaptado-, y se le compara con un escenario base en que se mantiene la situación actual, donde la capacidad térmica existente siga sin variación.

El trabajo fue realizado por el ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y director de la consultora, Andrés Romero, junto con Ramón Galaz, fundador de Valgesta.

Entre las conclusiones más relevantes que arrojó el estudio, se destaca que si se da este cierre de centrales a carbón, las inversiones en infraestructura al 2030 que requeriría el sistema eléctrico serán en torno a los US$3.800 millones, lo que corresponde a un aumento en US$ 1.000 millones, 35% más, respecto al escenario base, es decir, si se mantiene la situación actual.

Otro efecto sería el alza de los costos marginales, que es el costo al que se transa la energía entre las propias generadoras. ‘Independiente de cómo se dé este caso, también hay efectos a nivel de los costos marginales del sistema. Si bien se incorpora mayor energía renovable, producto de que se saca carbón y se reemplaza por energía renovable, también se produce un mayor uso de gas y eso se traduce en un efecto directo en los costos marginales del sistema’, indicó Ramón Galaz.

El aumento estaría en torno a 7% de aumento anual y hasta 20% a 2030 solo por este efecto. Lo anterior es en caso de una hidrología promedio, pues si esta es seca – altamente probable, producto del calentamiento global el alza sería mucho mayor. ‘Si lo llevamos a hidrología seca, el aumento de costos marginales y el posible desacople de barra, es mucho mayor. Se va a tener que ocupar menos agua, más gas y eventualmente el gas no va a alcanzar y por lo tanto se irá a diesel’, mencionó Romero.

En relación con la capacidad instalada del sistema eléctrico, si se elimina el 50% de las carboneras al 2035 se requeriría el ingreso adicional de aproximadamente 950 MW de centrales eólicas y 950 MW de centrales solares fotovoltaicas respecto al escenario base.

Es decir, un aumento de 1.900 MW. Otro posible efecto que puede tener el plan de descarbonización es el laboral, ya que ‘hay un comunas donde hay importantes fuentes laborales y la pregunta es qué se va a acompañar respecto a esa decisión’, recalca Romero, ex secretario ejecutivo de la CNE.

Fuente: Diario La Tercera

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