Revista Nueva Minería

El sector minero se ha posicionado como fuente clave tanto de la economía australiana como de la chilena. Un rubro productivo que vincula a ambos países y cuyas oportunidades se proyectan auspiciosas.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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Australia se ha convertido en un referente para el mundo en diferentes aspectos. La calidad de vida es sólo uno de ellos. De hecho, cuatro ciudades del país oceánico se encuentran entre las diez mejores urbes del mundo para vivir, considerando factores como seguridad, salud, educación e infraestructura, según un estudio realizado por la revista “The Economist”.

A esto se suma uno de sus baluartes más reconocidos: el alto nivel de sus programas educativos que año a año atraen a cientos de estudiantes desde los rincones más diversos del planeta. No por nada, cuatro universidades de Australia se ubican entre las cien mejores del mundo y 20 entre las 500 mejores.

Pero más allá de estas credenciales, el país oceánico se ha transformado en un referente global en cuanto a desarrollo de la industria minera se trata. ¿Las razones? Su extensa experiencia de más de 200 años en investigación y desarrollo de buenas prácticas, además de ser un sector que ha tratado de conciliar, de forma exitosa, conceptos complejos como responsabilidad ambiental, social y comercial.

También es líder mundial en la producción de commodities minerales clave, siendo el principal productor del mundo de bauxita, alumina, rutilio, zirconio y tantalio y segundo productor a nivel mundial de oro, mineral de hierro, plomo, manganeso y litio.

Y es que la solidez del sector de recursos mineros de Australia ha impulsado gran parte del desarrollo económico del país y ha contribuido a reforzar su progreso social. De hecho, las ventas totales de las empresas METS (Minería, Equipamiento, Tecnología y Servicios) contribuyen con A$90 billones anuales a la economía australiana y con exportaciones en torno a A$27 billones.

“Igualmente, debido al importante foco que tiene Australia en investigación, desarrollo e innovación, se invierten aproximadamente A$ 4 billones anualmente para el desarrollo de este propósito”, señalan desde la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade), quienes añaden que el diferenciador clave del país oceánico es su capacidad de investigar el proceso de la minería en su totalidad, desde el recurso hasta el producto.

Vínculos compartidos

Si hay un factor que vincula tanto a Chile como a Australia es precisamente la minería. Nuestro país también destaca por exportar recursos minerales y por albergar uno de los eventos más reconocidos de la industria a nivel internacional: Expomin.

En la reciente versión del evento, la presencia de Australia contó con la participación de 41 empresas proveedoras de soluciones de minería, centros de investigación, asociaciones privadas del sector minero y referentes de innovación y tecnología.

“Australia se posiciona como un aliado clave para la minería chilena, ya que ha asumido desafíos muy similares a los que se enfrenta Chile hoy en materias hídricas, energéticas, capacitación, medioambientales, tecnología, entre otras”, comentan en Austrade.

En la ocasión, también destacó la participación de METS Ignited, centro de innovación minero australiano que busca promover la innovación estratégica como motor de crecimiento del sector, trabajando directamente con las brechas del ecosistema para que las empresas australianas METS puedan aprovechar las crecientes oportunidades globales.

“El tema clave es la colaboración, por lo que ya existe un programa de intercambio tecnológico con Fundación Chile, y que se lanzó en el marco de Expomin”, agregan en el organismo del país oceánico.

Además, estuvo presente Austmine, organismo líder que reúne a los proveedores de servicios mineros australianos, y que hace 28 años se ha posicionado como un contribuyente relevante del sector en búsqueda de oportunidades internacionales para fortalecer la competitividad australiana.

Investigación aplicada con sello australiano

Una de las ventajas competitivas de Australia ha sido la capacidad de desarrollar conocimientos y optimizar el proceso minero en base a un espíritu colaborativo. En este sentido, el gobierno de ese país ha puesto énfasis en fomentar la colaboración entre empresas, el mundo académico y centros de excelencia con el fin de optimizar la cadena de valor de la minería.

En esa línea, en el 2015 se inauguró oficialmente en Chile la oficina de la organización ícono de la investigación aplicada de Australia: Csiro. Así, la fundación Csiro Chile Research se ha abocado a promover la colaboración entre Chile y Australia para entregar investigación aplicada de clase mundial tanto en minería como en otros ámbitos.

Particularmente en el sector minero, el centro ha estado creando soluciones innovadoras para los desafíos actuales y futuros del rubro. Lo anterior, en áreas como georecursos y planificación minera, que pretende optimizar el desempeño a través de la colección y análisis de datos de sistemas minerales para la modelación geometalúrgica.

También destaca el área de sistemas de minería inteligente, mediante la entrega de herramientas técnicas que identifican los riesgos asociados con la operación del equipo minero; además del campo de procesamiento mineral y sistemas metalúrgicos, a través de la caracterización mineralógica y metalúrgica avanzada, la que provee valiosa información para el desarrollo de nuevos métodos que mejoran la extracción y producción de metales. Por último, resalta el área de agua, energía e impacto ambiental, que promueve el uso de agua de mar, y la recuperación de energía de conductos de concentrado mineral.

Tan relevante es este ámbito para Csiro Chile, que en un encuentro, el director de Investigación en el Área de Recursos Mineros de Csiro Chile, Angus McFarlane, no sólo visibilizó las acciones que está llevando a cabo el centro en este rubro, sino también señaló que uno de los grandes desafíos actuales apunta hacia la minería sustentable.

“En Tasmania hay ejemplos en que la minería no es necesariamente una industria de destrucción, ya que reutilizan la tierra que mueven en las faenas y replantan los árboles alrededor de ésta para disminuir el impacto ambiental. Lo importante es construir confianza con la comunidad y trabajar en toda la cadena de producción para lograr resultados integrales”, comentó el ejecutivo.

Por otra parte, Orlando Jiménez, director ejecutivo de Csiro Chile, ha relevado las llamadas “data driven solutions” que entrega Csiro y que desde el manejo de big data se pueden entregar respuestas aplicadas a los ámbitos de la acuicultura, el manejo de agua, la prevención y manejo de incendios, entre otros.

Así las cosas, el sector minero se ha posicionado como fuente clave tanto de la economía australiana como de la chilena. Un rubro productivo que vincula a ambos países y cuyas oportunidades se proyectan auspiciosas.