El nuevo escenario de la ingeniería

19 marzo, 2018
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(Retoques fotografía: Fabián Rivas)

(Retoques fotografía: Fabián Rivas)

Después de sentir los efectos de un ciclo minero bajo, las empresas de ingeniería ya comienzan a mostrar claros signos de recuperación, en línea con las proyecciones que anticipan una reactivación de las inversiones. Sin embargo, están conscientes que el nuevo escenario también implica nuevos desafíos.

Por Camila Morales
Revista Nueva Minería y Energía
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Responder adecuadamente a las necesidades de sus clientes. Ese es el principal objetivo de las empresas de ingeniería que prestan servicios a grandes industrias como la minera y energética, sectores altamente demandantes en soluciones asociadas a proyectos y desarrollo de procesos.

Así, los retos de ingeniería están siempre presentes para las empresas consultoras, cuando hay demanda por este tipo de servicios. Sin embargo, el complicado escenario de mayor estrechez que se vivió en los últimos años, y que afectó con particular fuerza al sector minero, provocó un gran bajón para las compañías de ingeniería, que vieron severamente disminuidas sus actividades de consultoría.

De acuerdo a datos recopilados por la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería de Chile (AIC), la variación del índice real de las empresas de ingeniería en el último trimestre de 2017 en el sector minero y energético fue de -11,2% y -0,6%, respectivamente, comparado a igual periodo de 2016.

¿El resultado? Empresas que en la época del superciclo del cobre tuvieron gran actividad en trabajos de pre inversión, de ingeniería de detalles de proyectos, construcción e inspección, se vieron obligadas a “ajustarse el cinturón” y encontrar fórmulas para continuar vigentes.

Por eso, las mejores perspectivas que tiene la industria minera para los próximos años también eleva el optimismo en el entorno de las empresas de ingeniería, aunque están conscientes que el nuevo escenario impone otros desafíos, como por ejemplo, reformular los servicios prestados.

En este contexto, las propias empresas consultoras reconocen que algunas de las medidas que se adoptaron durante el ciclo bajo podrían mantenerse, junto con sumar otras estrategias que responden a un mejor momento, como el que ya se vive en el sector de la ingeniería.

“Sería importante mantener los costos, los sueldos y las tarifas logradas en los últimos años. Debemos mantenernos más ‘lean and mean’, y no volver a los tiempos ‘no controlados’ del boom de las inversiones”, dice Paul Barbaro, gerente general de Sedgman, una empresa de ingeniería australiana especializada en soluciones de procesamiento de minerales.

La idea es no olvidar las lecciones aprendidas de los últimos años, y no tener la “reinvención” como principal objetivo, según advierte el presidente del Comité de Minería de la AIC, Francisco Martin.

“No creemos necesaria una ‘reinvención’ ahora que las cosas parecen mejorar. Sí vemos una gran oportunidad para aquellas empresas que fueron capaces de adaptar su oferta. El dicho popular dice ‘lo que no te mata, te hace más fuerte’, y en este caso sucede algo parecido”, agrega Martin.

Cambios y expectativas

Dos temas relevantes para el rubro ingenieril al momento de proyectar el crecimiento del sector son la innovación y el perfil con que egresan los nuevos profesionales de las universidades.

Las mejores perspectivas que tiene la industria minera para los próximos años permiten anticipar un futuro más favorable para las empresas de ingeniería. (Foto: Antofagasta Minerals)

En ambas materias hay desafíos, según coinciden en el sector de la ingeniería, ya que no siempre se ajustan a las nuevas demandas del rubro minero y energético.

Respecto a la inserción de nuevas tecnologías, el representante de la empresa Sedgman reconoce que las compañías de ingeniería deberían ser más innovadoras en el suministro de los servicios. “Por ejemplo, proveer no solamente el diseño, sino también la compra de los equipos y su instalación”, explica Paul Barbaro.

Para el ejecutivo, es importante que las empresas estén “al tanto con las últimas tecnologías, VR, BIM, maquetas inteligentes, ore-sorting, etc. Los clientes van a esperar que sepamos cómo aplicarlas para que se beneficien de ellas”, agrega.

Para disponer de servicios tecnológicos acordes al desarrollo de la industria minera nacional, el presidente del Comité de Minería de la AIC plantea que las empresas se abran a espacios de trabajo colaborativo entre ellas. “Pese a que hoy no es tan evidente, lo será en el corto plazo”, advierte.

Respecto a la concordancia entre el perfil de los egresados de las universidades y los nuevos profesionales que requiere la rama de la ingeniería, Paul Barbaro tiene una mirada crítica, ya que conoce también otras realidades, dada su condición de extranjero.

“Pese a que llevo 20 años en Chile, me cuesta entender por qué el curso de ingeniería civil se demora 6 años (más tesis), cuando en mi país los cursos se demoran solo 4 años (…). Hay un sobredimensionamiento de los cursos de formación”, dice.

Por su parte, Francisco Martin añade que las universidades deben apuntar a conocimientos tecnológicos de punta, junto con un mayor acercamiento entre la academia y el mundo del trabajo. “La buena noticia es que las universidades ya se han percatado de este pasivo y varias han tomado acciones al respecto”, asegura.

Considerando estos desafíos, las empresas de ingeniería se preparan para una nueva etapa caracterizada por una mayor cantidad de proyectos, marcando el inicio de un período favorable para el negocio de la ingeniería que podría extenderse varios años, según cálculos del sector.

En efecto, si se cumplen las proyecciones de la AIC, las Horas Hombre en infraestructura minera, por ejemplo, podrían aumentar significativamente, mostrando una variación al alza sostenida hasta el año 2020. Una proyección que consolida la recuperación del sector en el diseño, asesoría y construcción de proyectos estructurales.

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