El difícil camino de Sierra Gorda SCM

26 noviembre, 2018
Sierra Gorda

Pese a que la minera de origen polaco instalada en Chile continúa operando con una pérdida neta, en agosto de este año fue aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que permitirá la optimización de la mina Sierra Gorda. La ampliación del yacimiento, en tanto, es una opción que depende del desempeño de la operación, dicen desde la firma.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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Un aterrizaje algo complejo ha tenido el nuevo gerente general de Sierra Gorda SCM, Miroslaw Kidon, a la hora de estabilizar el desempeño financiero de la compañía minera de origen polaco, que se instaló en Chile en el año 2014. Pues si bien la operación ha tenido algunos meses con números azules, reconoce el propio ejecutivo, aún está operando con una pérdida neta, hecho que desde la minera esperan revertir en el menor plazo posible.

Lo cierto: el yacimiento controlado por KGHM ha mejorado, dejando atrás las pérdidas por sobre los US$ 2.500 millones vistas en un comienzo, aunque a septiembre de 2017 siguieron con un lastre de US$ 218 millones.

Y es que el camino para la compañía se ha puesto cuesta arriba. Para este año la meta era producir más de 110.000 tm de cobre, pero alcanzar el 50% del plan trazado durante el primer semestre les resultó algo complejo, debido a la baja ley del mineral que bordea el 0,3%.

Sin embargo, no pierden las esperanzas. “Vamos bien en este segundo semestre, por lo que estoy confiado que será posible ejecutar el plan inicial con éxito”, asegura el ejecutivo.

Proyecto de optimización

Pese a este panorama, en agosto de este año fue aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que permitirá la adaptación operativa del depósito de relaves y la optimización de la mina Sierra Gorda SCM.

El objetivo principal del EIA se centró en alinear las operaciones con los permisos ambientales, en especial de las mejoras introducidas en su depósito de relaves. Mientras que el segundo propósito fue obtener la autorización para mejorar las instalaciones actuales e incorporar nuevos equipos, estableciendo un nivel máximo de capacidad de procesamiento de mineral.

Según el gerente general de Sierra Gorda SCM, Miroslaw Kidon, la aprobación ambiental de este proyecto le proporciona a la compañía una mayor certeza a la hora de tomar posibles decisiones en torno a inversiones futuras.

“Por el momento, Sierra Gorda SCM sólo está enfocada en alcanzar las mayores eficiencias posibles con ajustes menores en sus instalaciones existentes”, plantea el máximo representante de la operación minera, añadiendo que por ahora la decisión de ir o no adelante con la fase II de la mina depende del desempeño de la operación, lo que, según sus propias palabras, “escapa a sus facultades”.

Próximos pasos

Para el próximo año, el foco de las principales inversiones de la minera apuntarán a incrementar la capacidad de tratamiento de la planta a 130.000 tpd., por lo que necesitarán seguir trabajando en el tranque de relaves e incorporar un nuevo espesador de relaves, un filtro y tres molinos verticales.

“Acabo de cumplir mi primer trimestre a cargo de esta empresa, y debo decir que los costos han ido disminuyendo en las distintas fases del procesamiento y estamos cada vez más cerca de conseguir el punto de equilibrio. Sin embargo, no podemos confiarnos y debemos seguir trabajando para eliminar los cuellos de botella, elevar la productividad y operar el proyecto actual de la manera más sustentable posible”, señala Miroslaw Kidon.

El ejecutivo también asegura que se ha avanzado en lograr la estabilización del proceso de producción y el aumento de la recuperación de molibdeno, aunque afirma que todavía queda camino por recorrer.

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