Ejecutivo de Acciona Energía proyecta disminución en el uso de carbón

30 mayo, 2016
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Foto: Econews Australia

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El ejecutivo, que en el pasado trabajó 12 años en Chile junto a Endesa España, plantea que a nivel global hay un recambio y que los financistas están dejando de invertir en combustibles fósiles. 

Rafael Mateo Alcalá estuvo 27 años en el grupo Endesa España, doce de los cuales transcurrieron en Chile, donde fue gerente general de Endesa Chile hasta 2009. Su paso por la eléctrica chilena estuvo marcado por grandes proyectos de energía tradicional: la hidroeléctrica Ralco, la termoeléctrica Bocamina II, las centrales a gas natural e HidroAysén, entre otros. Tras dejar el grupo hispano, hoy controlado por la italiana Enel, asumió como máximo ejecutivo (CEO) de Acciona Energía, una de las mayores generadoras de energías renovables del mundo. Y aunque lee con interés lo que ocurre en el grupo Enersis, opta por no opinar, ni tampoco se refiere al CEO de Enel, Francesco Starace. “Les deseo a sus nuevos accionistas lo mejor, pero yo me tengo que ocupar de conseguir lo mejor para Acciona”, dice.

Con toda esa experiencia a cuestas, Mateo -quien estuvo esta semana de visita en Chile- analiza el sector energético en Chile y en el mundo, que según explica está viviendo un cambio de paradigma. A nivel global, estima, se está produciendo un reemplazo de las centrales a combustibles fósiles (carbón y petróleo) por fuentes renovables, como agua, solar y eólica, fenómeno del que ya tomó nota el mercado financiero, que no duda en entregar capital a este tipo de energía.

Asegura que es un cambio tecnológico irreversible. “En el futuro no vamos a ver, en el mundo, muchas más centrales a carbón, y veremos una mezcla de solar y eólica, con almacenamiento con baterías; esa será la energía del futuro”, afirma.

Por ello, celebra su cambio de camiseta. “No me cabe ninguna duda de que estar hoy en una empresa pionera del sector de renovables es un lujo”, dice.

En Chile, Acciona planea invertir unos US$ 1.300 millones en tres a cuatro años, para contar con, como mínimo, 1.000 MW instalados. Ya tienen 300 MW entre el parque eólico Palmeras, en Coquimbo, y el parque fotovoltaico El Romero, en Atacama, y “la idea es que multipliquemos esto por tres como mínimo”, explica.

“Deberíamos aspirar a estar entre las cinco (generadoras eléctricas) más grandes del país, que tienen activos muy grandes, muy antiguos y muy valiosos, pero deberíamos ser la número uno entre los nuevos actores que han ingresado al mercado chileno”, agrega.

Una razón es la celeridad de la ejecución de estas centrales. “Construir 100 MW eólicos tarda un año; los mismos 100 MW en fotovoltaicos, la mitad; es decir, seis meses… El agua, que es una fuente muy saludable y muy renovable, queda desplazada, porque aunque un proyecto hidroeléctrico sea muy pequeño, requiere de al menos cuatro o cinco años de ejecución”.

Aunque hoy el 60% de los ingresos de Acciona Energy provienen de España, la perspectiva es que esta participación baje en el futuro, dado que el crecimiento en la península ibérica es nulo. Hoy -explica el ejecutivo- el negocio eléctrico de la compañía se juega Estados Unidos, México, India, Sudáfrica y Chile. Espera que nuestro país represente al menos el 10% de su negocio global en el corto plazo.

-¿El auge de las renovables solo se explica por su lugar en el programa energético del Gobierno?

“No. Las energías renovables ya han demostrado en el mundo ser las fuentes de energía más competitivas en términos de coste. Además, son limpias y sostenibles, contribuyen a reducir los precios de largo plazo y a estabilizarlos. La energía nueva que se va a construir en el futuro en el mundo va a ser fundamentalmente de fuente renovable. Eso va a pasar en Chile, donde otro tipo de proyectos tienen dificultades de aceptación social, ambiental y de financiación”.

“Las energías renovables, en cambio, son las energías que todos los consumidores quieren consumir, que todos los reguladores quieren regular, que todos los financistas quieren financiar y en la que todos los inversores quieren participar. En Acciona estamos muy interesados en el mercado chileno y muy contentos de cómo está evolucionando”.

-Una de las críticas a las renovables apunta a su elevado costo, por lo cual solo son competitivas cuando los precios del petróleo y el carbón son altos y que ahora, con estos en valores muy bajos, no son rentables. ¿Es efectivo?

“Eso dicen las térmicas. No, no les afectan; es una correlación falsa. Si lo hacen (si afectan), es de forma positiva. Las renovables están creciendo más que cualquier fuente fósil, a pesar de que los precios de los combustibles fósiles están cayendo vertiginosamente”.

“En los mercados emergentes que compran combustibles fósiles, esta baja de precios les libera renta disponible que no tienen que gastar en importar. Con ello hay un mayor crecimiento del PIB, con lo cual hay mayor demanda de electricidad. Cuando se plantea un rediseño de la arquitectura energética porque se necesita atender a más demanda de electricidad, hoy no hay duda sobre cuál debe ser la alternativa. Porque no se puede tomar una decisión de inversión aprovechando una corta ventana de precios bajos de los fósiles, sino que esas decisiones de largo plazo se toman atendiendo a la estabilidad de precios que dan las renovables”.

Compra de activos en Chile: “Debe tener un muy buen precio”

-¿Va a bajar el precio de las renovables? ¿Cuánto?

“La curva de aprendizaje tecnológico de las renovables tanto eólicas como fotovoltaicas está permanentemente descendiendo, y todavía tiene recorrido. O sea, es probable que las renovables, sobre todo la fotovoltaica, sigan bajando. Hoy los paneles fotovoltaicos están por debajo de US$ 1 millón el MW de instalación, por lo que en países con alta radiación (como Chile), los precios serían de ese orden”.

-¿Cuál es la tecnología de más potencial en Chile?

“Quizás la fotovoltaica, porque tiene altísima radiación. Hay más radiación que viento. Pero somos una compañía que busca la sostenibilidad de nuestro negocio en el largo plazo y huimos de cualquier oportunidad especulativa. Entonces nuestro crecimiento va a ser un mix de eólico y fotovoltaico, que asegure la mayor estabilidad posible y porque tenemos un desarrollo profundo de ambas tecnologías”.

-Hay empresas que están vendiendo activos en Chile, Sunedison y Abengoa. ¿Están interesados?

“Miramos todo lo que hay en el mercado, pero nuestro negocio es desarrollar proyectos renovables, construirlos y operarlos. En el mundo, nunca hemos comprado activos de nadie operativos. Para que tengamos interés en un activo operativo, este debe tener un muy buen precio, que no sé si es el caso”.

-¿Es realista el 20% de renovables al 2020 o el 70% al 2050 sin subsidios?

“Es absolutamente posible, y creo que será rebasada. Las subastas en Chile tecnológicamente son neutras, y se ha visto que son ganadas por fuentes renovables, que son capaces de ofertar un precio de largo plazo más competitivo que las fuentes fósiles y, sobre todo, más estables. Hoy son competitivas por su propio mérito; no va a ser necesario incentivarlas, van a penetrar en forma natural y van a desplazar a las fósiles. Es lo que está ocurriendo en el mundo”. “En Alemania la semana pasada se marcó un récord: el 80% de la generación fue renovable. En Dinamarca, hace pocos meses, el 130% o 140% de la generación fue renovable, y se exportaba a los países limítrofes”.

“Chile es un país atractivo para el inversor”

-¿Cómo es Chile para los inversionistas?

“Chile es un país atractivo para el inversor, porque los fundamentales avalan nuestra inversión. Primero, Chile necesita mayor capacidad energética para acompañar al crecimiento, por adición de nueva capacidad o por sustitución de capacidad ya muy antigua. Y luego tiene una regulación estable, que es lo que requieren las renovables, porque los inversionistas no pedimos ni incentivos ni primas ni premios ni ningún regalo. Lo único que pretendemos es que haya suficiente estabilidad y visibilidad de los flujos como para garantizar la sostenibilidad de la inversión en el largo plazo”.

“Esas circunstancias, la seriedad regulatoria, la clarísima visión del gobierno en el programa energético y la necesidad de nuevas inversiones es lo que hace que Chile siga siendo un país muy atractivo para los inversores en energía”.

-¿Solo en energía hay esa seguridad?

“No me compete hablar de otros sectores, pero la estabilidad regulatoria es para todos los inversores”.

-¿Qué hay de los problemas con las comunidades o la judicialización que afectó a los proyectos eléctricos en Chile?

“Nosotros no hemos encontrado estos problemas ni en Chile ni en ningún otro lado. No hemos tenido paralizaciones en ningún país por razones de entorno. Una de las ventajas que además tienen las energías renovables es que gozan de una buena aceptación social”.

-¿Cuándo se produjo el punto de inflexión y los bancos empezaron a financiar las renovables?

“Cuando los bancos y el mercado financiero se dieron cuenta de que son una energía exenta de riesgos y asegura a sus inversores una estabilidad de negocios si se hace bien. Punta Palmeras fue financiado hace tres años. Al menos hace tres o cuatro años el mundo financiero se dio cuenta de que financiar renovables era seguro, mientras que otro tipo de fuentes estaba sometido a riesgos. En el mundo, los financistas están dejando de invertir en fuentes fósiles y se están pasando a renovables hace más tiempo”.

-¿Qué cambios podrían hacerse en el mercado eléctrico para perfeccionarlo?

“Quizás una mayor claridad todavía de que las renovables son el futuro, y, en ese sentido, que todos los organismos que interfieren en el mercado eléctrico, como el Cdec o la CNE o el Ministerio de Medio Ambiente, estén atentos a cómo se operan mercados con una mayor participación renovable, donde los combustibles fósiles, que antes operaban en base, pasarán a operar de forma marginal y quedarán como fuente de suministro secundario, por lo que tendrán que ser más flexibles”.

-¿Cuándo, a su juicio, empezarán a salir las centrales térmicas de la matriz?

“En el mundo, a medida que las plantas fósiles que generaban en base van quedando marginales, obsoletas económica y ambientalmente, son reemplazadas por renovables en la matriz y salen del mercado. Estados Unidos acaba de publicar un plan de desmantelamiento de viejas centrales de carbón”.

-¿Y el gas natural? ¿No es más limpio?

“El gas es limpio, pero tiene una incertidumbre de precio y de seguridad de suministro alta”.

Fuente: El Mercurio

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