Duke Energy evalúa utilizar gas natural para rentabilizar central Campanario

4 julio, 2012
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04-07-2012 Pulso – Noticias
Bajo la administración del síndico Herman Chadwick la firma inició los estudios para adaptarse a esta tecnología (hoy opera con diésel). Todo dependerá de los contratos de suministro

La nueva etapa de Campanario Generación, ahora bajo la tutela del gigante estadounidense Duke Energy, podría estar marcada por un cambio drástico en la operación de la compañía.

Bajo su nueva administración, que comenzará en las próximas semanas, la generadora podría eventualmente comenzar a ocupar gas natural para generar, lo que le permitiría operar a costos más bajos (en caso de conseguir contratos de suministro más baratos, algo que ya se está evaluando) y ganar en competitividad.

Mientras Southern Cross estuvo a cargo de Campanario, la empresa firmó contratos a precios menores que los costos de la energía en el mercado spot, situación que le generó un descalce de caja imposible de cubrir.

No obstante, en el período en el que estuvo a cargo de la termoeléctrica (para lo cual se contrató a la operadora PIC, que permanecerá en ese rol hasta fines de julio), el síndico de quiebras, Herman Chadwick, avanzó en el desarrollo de análisis técnicos y económicos para que las cuatro turbinas, que son de ciclo abierto, operen con gas natural. La operación, eso sí, tendría ciertas complejidades. Al no existir un gasoducto que conecte directamente las instalaciones de la ex central de Southern Cross y Gas-co con el terminal GNL, la central requerirá de capacidad de almacenamiento y de su propio sistema de regasificación, además de la logística y nuevas instalaciones, como un patio de camiones para que el proveedor, ya sea ENAP o Metrogas (que opera el servicio GNL Móvil desde comienzos de año) puedan entregar el combustible en las mismas plantas. Todo podría allanarse por la ubicación de la unidad, en la comuna de Cabrero, región del Biobío, a escasos 30 kilómetros del terminal Pemuco de ENAP, donde llegan los camiones provenientes del muelle GNL Quintero. Desde allí, despachan gas a las plantas de ENAP en Talcahuano. Así, la logística ya existe.

A esto se suma un antecedente adicional: ENAP es, de los tres clientes que hoy tiene la sociedad GNL Chile, el que menos utiliza el recurso, recurriendo con frecuencia al mercado para vender sus excedentes. Por lo mismo, el programa con camiones en Pemuco está sub utilizado (en la estatal se señala que todavía está en etapa de pruebas técnicas) y requiere de clientes nuevos que justifiquen la inversión, algo que se lograría con Campanario. La posibilidad de operar con gas natural fue reconocida por asesores en Chile de Duke, y en el sector se señaló que esto fue uno de los puntos que disparó el interés por la compañía, por la que la norteamericana terminó pagando US$86 millones. Duke, que en la década pasada estuvo cerca de quedarse con el control de Endesa Chile, se adjudicó Campanario tras una licitación que se cerró el pasado viernes, dejando en el camino a la peruana Inkia y a Enlasa.

La estadounidense, que suma una capacidad instalada de 36.000 MW en EEUU y otros 4.000 en América Latina, ofertó US$86 millones por el complejo térmico, cifra que se ubicó en el rango bajo de lo que esperaban los interesados. De todas formas, la venta permitió saldar el 60% de la deuda total de los acreedores valistas de la empresa. El mayor de ellos era BCI. Tras la adjudicación, Campanario está lista para conectarse al SIC y volver a inyectar energía, condición que pretende aprovechar la nueva propietaria.

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