Revista Nueva Minería

Siete de cada diez comunas que hay en el país tendrán bajas en sus boletas eléctricas. Los hogares con más gasto energético del Gran Santiago serán los que pagarán en parte esta rebaja.

Una familia de cuatro personas en Providencia, Santiago, paga una cuenta de luz que es la mitad de la de un hogar de igual tamaño y consumo similar en San Clemente, VII Región. En Providencia no hay ninguna planta eléctrica. En San Clemente hay una decena de hidroeléctricas en el río Maule. La diferencia entre una y otra comuna es que mientras en la capital un cable eléctrico sirve para entregar energía a miles de personas, en las zonas de menos población se requiere más red para llegar a pocos individuos. Y eso se traduce en una tarifa más cara.

El Gobierno quiere cambiar esta situación y reducir la brecha entre las cuentas de luz en el país mediante un proyecto que introduce un factor “solidario” en el cálculo del valor agregado de la distribución eléctrica (llamado VAD) y establece un mecanismo para premiar con menor tarifa a aquellas comunas que producen más electricidad.

La denominada Equidad Tarifaria Residencial (ETR) modificará este componente para las tarifas de distribución de baja tensión (no industriales) para que así la diferencia entre el promedio de las cuentas a nivel nacional y la boleta más alta no sea mayor al 10%.

Con esto, para un consumo promedio de 180 KWh (kilowatts hora) mensuales, la cuenta promedio del país bajará de $23 mil a $19.990, mientras que la “banda” de precios quedará en un rango entre $17 mil y $22 mil, aproximadamente.

La idea del Gobierno es que este proyecto se tramite rápido. De hecho, el texto se enviará en los próximos días al Congreso, explica el ministro de Energía, Máximo Pacheco (ver entrevista).

La iniciativa ha sido, en general, respaldada por la industria. “Los proyectos tendientes a una mayor equidad tarifaria, tanto para reducir las brechas entre los clientes a un máximo de 10% como el premiar con menores costos a las zonas que más aportan a la generación, van en la línea correcta”, explicó en su momento Rodrigo Castillo, director ejecutivo de Empresas Eléctricas A.G.

Pero hay matices. Chilectra, del grupo Enersis, será la más afectada y prefiere no comentar aún el proyecto hasta ver el articulado completo. Esta distribuidora opera en 33 comunas de la Región Metropolitana y tiene hoy una de las tarifas más bajas del país, con $15.753 al mes por consumo tipo de 180 kilowatts por hora (KW/h). Con este proyecto, a gran parte de sus clientes les subirá la cuenta en 7,3% la boleta mensual. Es decir, pagarán $16.902.

Esta empresa del grupo Enersis tiene 1,6 millones de clientes y en toda su área de cobertura tendrá alza en las cuentas, salvo en una parte de Tiltil, donde la boleta bajará 20,9%.

En el otro extremo, el grupo Saesa -de las canadienses Ontario Teachers Pension Plan y Alberta Investment Management Corporation- está feliz con la iniciativa. Esta empresa y sus relacionadas proveen de energía entre las regiones de La Araucanía y Palena. En todo Aysén, por ejemplo, la cuenta de luz que en promedio es de $27.395 va a bajar un 15,9% si se aprueba la iniciativa; es decir, quedará en $23.039 al mes para 34.993 clientes. Según informó este grupo eléctrico, ellos llevan todo un año trabajando con el Ministerio de Energía para dar con un mecanismo para rebajar las cuentas de luz a sus clientes.

En CGE, de la hispana Gas Natural, han preferido hacer los cálculos para ver si les conviene o no el proyecto. Este grupo, que suministra electricidad desde Arica a Puerto Williams, es responsable de la distribución del 40% de la energía eléctrica de Chile, con 2.571.753 clientes al 2013. Por su dispersión, tiene los dos efectos de la ley: en algunas zonas bajarán mucho las tarifas y en otras subirán.

En todo caso, en las empresas distribuidoras señalan que estaban trabajando con la autoridad para ver mecanismos de rebaja en las cuentas en aquellas zonas más aisladas donde la luz es más cara, pero habían propuesto un sistema de subsidio al consumo de familias de menores ingresos similar al que opera en el agua potable.

En Colbún -de la familia Matte- ven el proyecto como beneficioso, porque las comunidades de las comunas donde se instalan centrales eléctricas tendrán un beneficio directo y tangible de la producción de energía.

Sin embargo, en privado algunas empresas han planteado dudas sobre la constitucionalidad de un proyecto que expropia un derecho a una tarifa más barata y se lo transfiere a otro. Pero el ministro Máximo Pacheco refuta estas críticas e indica que el sistema eléctrico ya es integrado y que, al contrario, solo la distribución no lo era.

Las comunas ganadoras

Siete de cada diez comunas que hay en el país tendrán bajas en sus boletas eléctricas. Según el Ministerio de Energía, las cuentas bajarán en 238 municipios del país, ya sea porque se reduce el Valor Agregado de Distribución (VAD) o porque se reconoce su aporte en cuanto a generación.

En 59 comunas se rebajará de la tarifa final el aporte eléctrico cuando en la zona hay instalaciones energéticas que producen más de 200 megawatts (MW), que equivale a una central térmica o una hidroeléctrica mediana.

Por esa vía y aunque no tienen la luz más cara de Chile, la comuna de Mejillones será beneficiada con una baja en las cuentas de 18,7%, con lo que la boleta mensual de electricidad caerá en $3.760 al mes. Por este mismo efecto, la tarifa en Tocopilla se reducirá en 8,8%, con una rebaja de $1.760 al mes.

Según información del Ministerio de Energía y la Comisión Nacional de Energía, la zona donde más bajará la tarifa eléctrica en porcentaje será en Alto Bío Bío, la zona donde se emplaza la hidroeléctrica Ralco, de Endesa. En esa localidad pehuenche la cuenta de luz caerá 44,13%; es decir, más de $10 mil, pasando la boleta tipo de $24.365 al mes a $13.613.

La otra gran reducción se producirá en la tarifa de la localidad de Nacimiento, donde están varias centrales hidroeléctricas. En esa ciudad la cuenta tipo cuesta $26.669 al mes, y con la rebaja de 40,66% quedaría en $15.825.

Estas comunas se beneficiarán de dos factores: el “factor equitativo” incluido en la ecuación para calcular el VAD y el aporte por generación eléctrica.

Las grandes perdedoras del proyecto

En 91 municipios la cuenta de luz subirá o se mantendrá. Además de la Región Metropolitana, donde la cuenta subirá 7,3%, la boleta eléctrica tendrá un alza en ciudades como Curicó, Concepción y Pucón, que tendrían alzas de 5,6% en las cuentas a público.

En otras zonas, como Antofagasta, el alza será de solo 1,7%.

Y en una gran paradoja, la cuenta más onerosa del país se factura en la Región Metropolitana: es La Parva (donde Luz Andes es la distribuidora), donde la cuenta promedio cuesta $34.014 al mes. Este boleta no bajará, sino que se incrementará en 0,4% en $136.

Qué tanto pesa la distribución en la tarifa final

El mercado eléctrico chileno está integrado en la producción de energía y en la transmisión. Pero al ser un país de gran longitud, llevar la energía al cliente final es más caro.

Según cálculos de las empresas eléctricas, de la cuenta final al consumidor del Gran Santiago, el 43% del costo total corresponde a la generación de energía, un poco más de 12% es el costo de transmitirla por la red de alto voltaje y el 44% restante se explica por la distribución a hogares.

En el ámbito rural o en localidades más alejadas, la distribución es el 60% de la boleta final.

Fuente: El Mercurio