Conflicto retrasa en un año proyecto de Eléctrica Puntilla
La empresa, en la que tiene participación la familia Pérez Cruz, declaró que la medida que afecta al proyecto Ñuble -de 136 MW- obedece a una pugna con la constructora Vial y Vives. Firma dejará de percibir US$8 millones de Ebitda a raíz de la demora.
En una difícil situación dejó a Eléctrica Puntilla, empresa ligada a la Sociedad del Canal del Maipo y en la que tiene participación la familia Pérez Cruz- el término anticipado del contrato con Vial y Vives para la construcción de su proyecto de mayor envergadura: Central Ñuble, de 136 MW.
A mediados de octubre, la empresa informó el término anticipado del contrato que suscribió en octubre de 2014 con la constructora Vial y Vives. El acuerdo, por un monto cercano a los US$257 millones, comprendía todas las obras necesarias para poner en funcionamiento la hidroeléctrica Ñuble. Según informaron ambas empresas, el fin del acuerdo se debió a “diferencias” en el contrato.
Este se concretó por medio de una transacción extrajudicial que incluyó un pago por obras extraordinarias por US$3.463.832, equivalentes a un 0,87% del valor total de la inversión estimada del proyecto Central Ñuble; la devolución del saldo no utilizado del anticipo; el retorno de multas y retenciones cobradas al contratista, entre otras.
Según Puntilla, “el acuerdo es beneficioso para la compañía dado que pone fin a las divergencias con el contratista, evitando litigios entre las partes con potenciales efectos adversos en el desarrollo de la Central Ñuble”.
Tras la formalización del acuerdo, la peruana Graña y Montero -controladora de Vial y Vives- informó una reducción del backlog de US$438.7 millones para 2015, US$984.7 millones para 2016 y US$1,665.4 millones para los años siguientes.
Sin embargo, para Puntilla los efectos fueron mayores. La eléctrica no sólo informó que la central no entrará en julio de 2017 -como estaba presupuestado- sino en junio de 2018, sino que además dejará de percibir un Ebitda previsto de US$8 millones.
Se encarece
La empresa indicó que el quiebre generará un mayor gasto general total y costo de supervisión del proyecto, equivalentes a aproximadamente el 1% del valor de la inversión total estimada.
A esto se suman modificaciones a la estructura de financiamiento del proyecto.
“De acuerdo con los contratos de financiamiento, la compañía se comprometió a financiar el proyecto Ñuble con recursos propios en forma previa a que los bancos financistas efectúen desembolsos. Como consecuencia del atraso, se estima que los desembolsos de los créditos con cargo a los contratos de financiamiento, programados originalmente a partir de noviembre de 2015, se postergarán al menos hasta el mes de junio 2016, lo que permite estimar que no habrá incremento en los gastos financieros del proyecto hasta su puesta en marcha”, acotó la empresa.
“Eventuales aumentos de costos directos de las obras civiles, podrán determinarse sólo una vez que se acuerde el o los nuevos contratos de construcción de obras civiles del proyecto”, añadió. Ahora Puntilla está en proceso de encontrar un nuevo contratista, el cual se definiría en diciembre de este año.
La hidroeléctrica Ñuble es una central de pasada ubicada en la VIII Región, con una capacidad instalada de 136 MW. Hasta junio de este año, la inversión total de la iniciativa se proyectaba en US$ 350 millones.
Fuente: Pulso
