Conflictividad laboral resurge en minería en medio de procesos de negociación

31 julio, 2018
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(Ilustración: Fabián Rivas)

(Ilustración: Fabián Rivas)

Chuquicamata concretó su paralización, mientras sindicatos de Escondida y Caserones se acercan a rechazar las ofertas de sus procesos de negociación colectivas. Expertos, autoridades y dirigentes analizan la situación.

La relación entre las mineras y sus sindicatos está atravesando esta semana una prueba que puede ser simbólica en el momento que vive la industria.

Esto por lo complejo que se ve la recta final de dos procesos de negociación que están en curso en Minera Escondida -la principal faena de cobre del mundo- y Caserones -uno de los emblemas de la nueva minería-, así como la señal que dieron tres sindicatos de Chuquicamata, al impedir que la faena operara normalmente, bloqueando el ingreso por su molestia por el despido de dos trabajadores, lo que se traducirá en dejar de producir 600 mil toneladas de cobre fino y un daño que en principio se ha fijado en US$ 4 millones.

La conjugación de estos tres procesos, en un contexto donde se espera una decena de nuevas negociaciones colectivas, abrió el debate sobre si aumentó la conflictividad en la industria, a raíz de que hay un intento por mantener los costos a raya en un escenario de alza del cobre.

Para el académico de la UC, Gustavo Lagos, los procesos corren por carriles separados, pero reconoce que hay un período de ajuste, donde los bonos comienzan a bajar, a cambio de indexar pagos a productividad. Para Lagos la transformación es positiva, aunque será un proceso largo.

Para Juan Carlos Guajardo, de Plusmining, hay una tendencia subterránea donde se ha visto más conflictividad, la que hasta el momento ha sido bien manejada por la mayoría de las empresas, dado que no han habido huelgas relevantes.

Esto viene -dice el experto minero- por la rigidización de las relaciones laborales, al fijar el contrato colectivo como piso, donde es cada vez más común la compra de beneficios por parte de las empresas para subir bonos. “Se ha caído en una transacción donde se pierde la oportunidad de hablar de productividad”, dice.

Patricio Tapia, presidente del sindicato de Minera Escondida, que está en pleno proceso de cierre de la votación para ver si van a huelga, dice que la mayoría de las empresas no tienen una comunicación con los sindicatos. “La mayoría quiere quitar sindicatos o comprarlos”, dice el dirigente, quien agrega que no hay un reconocimiento a la posición de la empresa, dado que en su caso están en el primer cuartil de costos.

El subsecretario de Minería, Pablo Terrazas, junto con hacer un llamado al diálogo en el caso de Chuquicamata, descartó estar bajo un momento de mayor conflictividad en la industria, sino que dijo que era una situación donde habían coincidido procesos, por un tema cronológico del fin de los convenios colectivos.

Gustavo Tapia, presidente de la Federación Minera de Chile, multisindical que agrupa a organizaciones de grandes empresas, dijo que el problema se está dando en procesos de negociación que son muy extensos.

Fuente: Diario Financiero

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