Con críticas al mercado eléctrico, gobierno envía proyecto que modifica licitaciones
En el proyecto de ley que moderniza los mecanismos de licitación de suministro para distribuidoras, el gobierno plantea que la ley Corta II no cumplió con lo que se esperaba de ella.
a mañana de ayer, el Ministerio de Energía envió a la Cámara de Diputados el segundo proyecto de ley de la Agenda Energética (el primero, en el que se propone reformar el mecanismo de licitación de contratos de abastecimiento eléctrico para las distribuidoras.
Actualmente, las distribuidoras elaboran las bases de las licitaciones, estableciendo un precio techo de acuerdo con un cálculo que es validado por la CNE. Pero en los últimos procesos los precios se han disparado, lo que tendrá efecto en las cuentas que pagan los usuarios residenciales.
Eso es, precisamente, lo que el gobierno quiere evitar.
Mediante el proyecto de ley ingresado ayer, se busca modernizar este mecanismo, asumiendo el Ejecutivo un rol activo en la elaboración de las bases, dando más plazo para la presentación de ofertas y, lo que tiene un efecto mayor, buscando introducir más competencia en el segmento de la generación de electricidad.
El proyecto de ley plantea serios reparos a la forma en la que se ha desenvuelto el mercado eléctrico a partir de la dictación de la Ley Corta II en 2005 y que fue la última gran reforma introducida a la ley eléctrica.
En el proyecto de ley, la autoridad plantea la urgencia de reparar los “supuestos no cumplidos” de la Ley Corta II, que buscó hacer frente a una severa crisis energética producto de los cortes de gas argentino.
A juicio del gobierno, dicha normativa se trabajó en un escenario en el que se suponía que el rezago de inversiones duraría un máximo de tres años, que las distribuidoras tenían ventajas comparativas para confeccionar las bases de licitación, que el precio máximo actuaría como protección al consumidor para un mercado concentrado y no enteramente competitivo y, finalmente, que la ley fortalecería el régimen de contratos a largo plazo.
Según señala el texto del proyecto de ley, estos supuestos no se cumplieron. El documento se detiene en un aspecto que considera clave: lo imperfecto del mercado.
Poca competencia
“La falta de competencia en el proceso de licitaciones, con precios cada vez mayores, ausencia de nuevos participantes, energía de base contratada que se concentra en las tres principales generadoras del país, y costos marginales esperados del sistema por sobre los precios máximos fijados en las licitaciones, evidenció un nuevo descalce entre una demanda creciente y una estrechez de la oferta por parte de las empresas generadoras”, dice el texto del proyecto de ley.
Al respecto se agrega que el mercado eléctrico chileno hoy se encuentra altamente concentrado, y “ha presentado niveles por debajo de lo deseado a nivel de generación, que ha mostrado un dinamismo en el desarrollo de inversiones inferior al que Chile necesita (…) En el SIC, las tres empresas más grandes de generación eléctrica y sus relacionadas poseen más del 76% de la capacidad instalada, mientras que en el SING alcanza el 98%”.
Además se añade que el precio techo ha jugado un rol “al menos discutible “ con un efecto indeseado. “Dado que al ser observable, predecible y calculable para las empresas potencialmente oferentes, estas adaptan su oferta a la evolución esperada del precio techo, toda vez que se podía calcular anticipadamente”, establece el proyecto de ley.
“El Estado está adoptando un nuevo rol en este proceso con el fin de convertir a las licitaciones en un instrumento de política pública que efectivamente cumpla con los objetivos de contar con una electricidad más segura, eficiente, barata, sustentable y que opere con mayor competencia, tal como se ha comprometido en la Agenda de Energía”, explicó el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
Fuente: Pulso
