¿Cómo impactará un menor precio del cobre a la economía chilena?

19 diciembre, 2013
¿Cómo impactará un menor precio del cobre a la economía chilena?
Columna de opinión de Hermann González
Hermann González

El principal riesgo que enfrenta la economía chilena se asocia a una desaceleración de China que tenga consecuencias sobre el precio del cobre. Un efecto directo es el impacto que tendría este shock sobre la inversión en minería y energía, pero el impacto no se limita a esto, sino que se extiende a las cuentas externas y fiscales

Para encontrar un ciclo de altos precios del cobre similar al que se inició el año 2004, debemos remontarnos a la década de 1960. Sin embargo, a diferencia de esa oportunidad, esta vez el ciclo de precios ha estado acompañado por un boom de inversión sin precedentes, el cual ha explicado la mitad del crecimiento del PIB de los últimos años. Las razones de esta diferencia incluyen, entre otros, los avances institucionales que ha tenido nuestra economía; la apertura de la cuenta de capitales que ha permitido el ingreso de inversión extranjera al sector minero y la caída de la ley del mineral, que ha significado requerir una mayor inversión en abastecimiento de agua y energía.

Este año, a pesar de la volatilidad externa, el precio del cobre ha mostrado cierta resiliencia apoyado en cifras que han consolidado una visión benigna de desaceleración de la economía china. De acuerdo con nuestras proyecciones, presentadas a inicios de mes en el informe trimestral “Situación Chile”, el precio del cobre se ubicará en torno a US$ 3 la libra en 2014. Esta proyección considera una convergencia hacia valores de largo plazo (US$ 2,9/libra) a fines del próximo año, lo que incorpora como supuesto un escenario de crecimiento estable en China en torno a 7%-8% anual.

El principal riesgo que enfrenta la economía chilena se asocia a una desaceleración de China que tenga consecuencias sobre el precio del cobre. Un efecto directo es el impacto que tendría este shock sobre la inversión en minería y energía, pero el impacto no se limita a esto, sino que se extiende a las cuentas externas y fiscales.

En BBVA Research estimamos que cada centavo de menor precio del cobre reduce el valor de las exportaciones en aproximadamente US$ 120 millones. La disminución de las rentas netas al exterior modera el impacto adverso en la cuenta corriente, con un efecto cercano a US$ 60 millones por centavo. En las cuentas fiscales, cada centavo de menor precio implica aproximadamente US$ 50 millones de menores ingresos. Así, una baja de 30 centavos de dólar en un año determinaría menores ingresos en torno a US$ 1.500 millones (algo más de medio punto del PIB).

Si bien las condiciones para un ajuste ordenado del déficit de cuenta corriente se han comenzado a configurar a través de la depreciación real del peso y la desaceleración de la demanda interna, ambos han sido moderados. En consecuencia, la economía chilena permanece muy sensible a caídas abruptas y significativas en el precio del cobre. Con todo, es importante consignar la amplia capacidad fiscal y monetaria para implementar políticas contracíclicas, en caso que se configure un escenario de riesgo, a lo que se suman los positivos fundamentos del sector financiero y corporativo los que, en su conjunto, contribuirán a que los impactos sobre la economía sean moderados.

Por Hermann González, Economista Principal BBVA Research Chile

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