Colbún: El giro hacia la generación limpia

31 agosto, 2017
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Central hidroeléctrica La Mina. (Foto: Colbún)

Colbún remeció a la industria energética local al anunciar que no seguiría adelante con la construcción de la segunda unidad de la central termoeléctrica Santa María. Pese a ello, la compañía está trabajando en el desarrollo de diversos proyectos renovables e hidroeléctricos, además de buscar nuevas opciones de negocio en América Latina.

Por Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
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Un fuerte golpe de timón dio la generadora Colbún en estas últimas semanas, remeciendo así al mercado energético local. ¿La razón? La compañía decidió no seguir adelante con la construcción de la segunda unidad de la central termoeléctrica Santa María.

Los motivos de esta decisión son claros. Según la generadora, si bien esta iniciativa tiene sus permisos al día y es parte integral del proyecto aprobado por la autoridad ambiental el año 2007, mientras no estén dadas las condiciones de mercado ni sociales, por ahora la firma cierra las puertas a este emblemático proyecto que integraba su plan de inversiones.

La decisión de la compañía refuerza, además, el giro que ha dado en el último tiempo hacia la generación hidroeléctrica y renovable, particularmente con foco en iniciativas de origen eólico y solar, diversificando aún más su cartera de proyectos.

De esta manera, Colbún está en la etapa de puesta en marcha del proyecto hidroeléctrico La Mina (34 MW), que es su tercera central que califica bajo la Ley de ERNC, y además está ingresando a trámite ambiental un nuevo proyecto minihidro denominado central El Médano (6 MW), que también calificará bajo la Ley de ERNC. En tanto, los principales proyectos hidroeléctricos son Guaquivilo Melado de 310 MW aprox. ubicado en la Región del Maule y San Pedro de 170 MW, situado en la Región de Los Ríos.

Este último proyecto lleva un 15% de avance a la fecha, por lo que la generadora contempla reingresar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de modificaciones dentro de este año (ver crónica aparte en página xx).

Desde la firma argumentan que si bien hoy el mercado eléctrico está bien abastecido, debido al ingreso de varios proyectos de energía renovable de fuente variable y un bajo crecimiento de la demanda, es necesario trabajar los proyectos bajo una visión de mediano y largo plazo.

La razón es simple. De acuerdo a la generadora, el consumo eléctrico de Chile es apenas un tercio del de los países desarrollados, por lo que todas las proyecciones indican que en los próximos 15 a 20 años el consumo se va a duplicar.

Internacionalización

Desde hace un tiempo que la compañía tenía entre sus planes extender sus redes de negocio. Algo que se hizo realidad cuando inició un proceso de internacionalización, con el objetivo de diversificar sus fuentes de ingresos y explorar mercados con nuevas oportunidades.

Fue así como en diciembre de 2015 Colbún tomó el control del 51% de la empresa Fenix Power en Perú, operadora de una central de ciclo combinado de 570 MW cerca de Lima. Estrategia que se reforzó en 2016 cuando la compañía puso el foco en la integración de Fenix a Colbún, de modo de estandarizar sus políticas y procedimientos con aquellos implementados por la firma chilena.

Colbún decidió no seguir adelante con la construcción de la segunda unidad de la central termoeléctrica Santa María. En la foto, la primera unidad de la central Santa María. (Foto: Colbún)

Hoy Colbún continúa explorando distintas opciones de crecimiento en América Latina. ¿La idea? Consolidar una posición relevante en la industria latinoamericana de generación eléctrica y diversificar las fuentes de ingresos, “oportunidades que se irán estudiando en su propio mérito y siempre bajo el criterio de que agreguen valor a la compañía”, afirma Colbún.

Escenario local

A su vez, la firma también destaca los cambios que ha experimentado el sector eléctrico-energético nacional durante el último tiempo. A juicio de la propia compañía, los cambios siempre generan oportunidades, por lo que la industria debe ser capaz de ir adaptándose a estas modificaciones sin poner en riesgo la seguridad de suministro del sistema eléctrico nacional (SEN).

“Por dicho motivo, tenemos que intentar hacer las cosas de forma profesional y sin perder las señales de mercado costo-eficientes, desarrollando los estudios que nos permitan identificar las mejores prácticas técnicas y económicas, para el desarrollo de todas las opciones tecnológicas disponibles en el mercado”, sostiene la empresa.

Mientras que en términos regulatorios, en Colbún aseguran que están trabajando de forma conjunta entre las empresas, el regulador y también con consultores y académicos nacionales e internacionales, para abordar el desafío de la diversidad tecnológica.

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