Revista Nueva Minería

26-11-2012 Pulso – Noticias
El intendente señala que se puede constituir una inversión de US$2.500 millones si las prospecciones que se están desarrollando dan resultados positivos

La actividad minera en Arica y Parinacota no es algo inexistente. De hecho, es una actividad relevante para la economía local. Pero lo que se quiere hacer ahora no es desarrollar la minería, sino que la gran minería, con proyectos, idealmente, similares a los que se observan en las regiones vecinas. Ya existen algunas señales positivas. Los proyectos en curso ya suman doce, entre desarrollos y prospecciones, y entre las empresas a cargo figuran gigantes como Rio Tinto, Teck, Southern Copper (a través de su filial Southern Perú) y la estatal Codelco, que descubrió las zonas Campanani, Galileo, Las Peñas y que está perforando para saber si las reservas halladas permiten un desarrollo a gran escala de la actividad, cual es el objetivo de la corporación antes de invertir. “Hemos buscado destrabar situaciones que complicaban el desarrollo minero, con el compromiso de que este eje productivo se desarrolle de manera sustentable, cuidando el medio ambiente y en conversación activa con las comunidades originarias de nuestro territorio. Esto, ya que queremos que la minería traiga progreso y mejores oportunidades de vida para nuestra gente”, explica el intendente de la región, José Durana. De acuerdo con proyecciones del gobierno regional, se puede constituir una inversión de US$2.500 millones, lo que generaría una mano de obra de 1.500 trabajadores directos y 3.600 indirectos.

En ese marco, se está trabajando en resolver algunas carencias tales como logística, caminos, nuevas fuentes de agua, educación, servicios, desarrollo indígena, industria, comercio, entre otras.

Según el alcalde (s) de la comuna de Arica, Osvaldo Abdala, el crecimiento de la minería en la región es algo positivo, por una parte, porque implicará dinamismo económico y, además, una regularización de la situación familiar, pues es muy común que los jefes de hogar trabajen en faenas mineras en las regiones Primera y Segunda. Sin embargo, existe preocupación por dos cosas: por un lado, no quieren convertirse en una ciudad dormitorio con una gran población flotante, con los problemas de seguridad que eso podría acarrear. Por otro, el encarecimiento de precios, por ejemplo, en el arriendo de viviendas.