Chile como país minero más allá de la producción de cobre

3 diciembre, 2018
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“Con un capital social cada vez menor y con yacimientos cada vez más complejos, es hora de buscar un cambio en el modus operandi como industria”.

Por Romke Kuyvenhoven, líder área Productividad SMI-ICE-Chile y miembro del consejo IMPC 2018-2022

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Hace cuatro años atrás, del 20 al 24 de octubre del 2014, Chile fue sede de la 27ª versión del IMPC 2014, un congreso mundial en el área de procesamiento de minerales con más de 1.100 participantes de 60 países. El lema de ese congreso, “Optimizando agua y energía para una minería sustentable”, nos plantea cuatro años después la siguiente pregunta: ¿qué ha cambiado en Chile en estos cuatro años? ¿la industria minera es más sustentable y avanza en la dirección correcta?

Chile posee un potencial minero que es uno de los más grandes del planeta. Aun así, tener grandes yacimientos mineros es un ingrediente necesario, pero no suficiente para seguir siendo un actor líder a futuro. La sustentabilidad en la minería -que es la capacidad de mantenerse productivo de forma responsable a lo largo del tiempo- no sólo está relacionada con la buena gestión del agua y la energía, sino también con la capacidad de desarrollar o adaptar las tecnologías necesarias para maximizar el valor económico de un yacimiento.

A veces pareciera existir la errónea idea que los que operan las faenas, son los que “lo saben todo”. Sin embargo, con un capital social cada vez menor y con yacimientos cada vez más complejos, es hora de buscar un cambio en el modus operandi como industria. Es hora de involucrar mucho más tempranamente a las empresas proveedoras de tecnologías y servicios, e institutos de investigación y desarrollo, para asegurar el éxito en la implementación de cambios tecnológicos y en la ejecución correcta de inversiones mayores.

La tendencia a sobreestimar nuestras capacidades nos lleva al riesgo inminente de enfrentar desafíos para los cuales no estamos preparados. Y eso se traduce comúnmente en una variedad de problemas operacionales y un deficiente retorno al capital invertido. Entonces, ¿cómo logramos ser más realistas? Un paso importante está en manos de cada uno: buscar información actualizada, aprovechar oportunidades de capacitación y compartir experiencias con colegas.

Los invito a tomar ese camino desde ya, participando en conferencias como Procemin-Geomet 2018, que se ha consolidado como la versión latinoamericana del IMPC, donde participan más de 350 profesionales de cerca de 20 países, compartiendo y discutiendo las últimas tendencias en tecnología y en la gestión integrada de procesos que permiten mejorar la cadena de valor geología-mina-planta.

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