Casi 7 mil MW de generación adicional implicarían transporte eléctrico y mayor uso residencial

31 agosto, 2017
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Si estos consumos fuesen abastecidos con fuentes más variables, se requerirían casi 20 mil MW nuevos, equivalente al 83% del parque generador actual.

Mucho se ha comentado en los últimos días respecto del aporte que la masificación de la electromovilidad o la electrificación de los consumos residenciales en el país tendrían en materia de menores emisiones o eficiencia en costos del sistema de transporte público.

Las proyecciones a 2050, contenidas en el estudio “Escenarios de usos futuros de la electricidad” que la Asociación de Generadoras de Chile presentó hace unos días, apuntan a que en transporte este mayor consumo equivaldría a 17 tera watts hora (TWh), que equivale a 17 millones de MWh, mientras que la mayor presencia de electricidad en procesos residenciales, como calefacción, cocción y agua caliente sanitaria, implicaría una demanda adicional por 32 TWh.

El consumo promedio residencial de electricidad en la actualidad alcanza a 2.064 KWh, lo que nos deja por debajo del promedio mundial y lejos de países como Canadá, donde la media llega a 11.879 KWh. Superamos a países como México, donde el consumo residencial anual promedia 1.800 KWh.

Los casi 50 TWh de mayor demanda se traducirán en un requerimiento adicional de producción eléctrica. Cálculos de especialistas apuntan a que abastecer estos nuevos y crecientes consumos implicaría sumar 6.849 MW de generación, considerando fuentes de producción que están disponibles más del 85% del tiempo.

Este indicador, denominado factor de planta, corresponde al perfil de centrales térmicas o bien de geotermia.

En el otro extremo y considerando la tendencia que evidencia el sistema hacia la consolidación y predominio de las energías renovables no convencionales (ERNC) cuyo factor de planta es menor y puede moverse en torno una operación en torno al 30% del tiempo (unas siete de las 24 horas del día), este consumo demandaría instalar 19.410 MW de nueva capacidad de generación.

Esto es equivalente al 83% del actual parque de generación nacional, que alcanza a 23.190 MW, considerando los sistemas interconectados del Norte Grande (SING) y Central (SIC).

“El estudio busca comparar un escenario base con un escenario optimista de electrificación, y asumiendo las metas de la política energética, que al 2050, a lo más un 30% será de fuentes no renovables y al menos un 70% de renovables. Dado que no estima montos absolutos de demanda no es posible estimar la capacidad total necesaria de acuerdo a las tecnologías”, comentaron en la Asociación de Generadoras.

Sustitución de combustibles

El estudio establece, además, que la electrificación del transporte y de los consumos residenciales básicos, implicaría al mismo tiempo una sustitución de los combustibles fósiles actualmente en uso.

En este caso y en lo que a transportes se refiere en el escenario más optimista este reemplazo podría llegar hasta los 54 TWh al 2050.

Esta cifra se desglosa en 12 TWh de petróleo diésel y 41,5 TWh de gasolina. Esto implicaría a ese año un ahorro de Ahorro en torno a los 37 TWh de energía.

“Por cada unidad adicional de electricidad se ahorran tres unidades de energía de combustibles fósiles”, se comenta en el estudio.

En el plano residencial en la actualidad el uso de electricidad para calefacción llega al 2%, para agua caliente sanitaria es de 1% al igual que para cocción, en un escenario optimista al 2050 podría llegar a 60% en las dos primeras aplicaciones y a 30% en la tercera.

Esta participación de la electricidad en el mix de consumo de los hogares y según las proyecciones del gremio de las generadoras, implicaría desplazar 39 TWh en base a combustibles fósiles. Esto correspondería a 21,8 TWh de gas licuado, 7 TWh de leña y biomasa, 6,3 TWh de kerosene y 3,8 TWh de gas natural.

En este caso el ahorro se calcula en 7 TWh de energía equivalente.

En el plano de los beneficios para la salud de las personas, el documento menciona que por mayor uso de electromovilidad se espera reducir 6.700 muertes prematuras al 2050.

En lo que respecta al factor residencial y analizando sólo el caso de la ciudad de Temuco, donde la leña tiene un rol preponderante en la canasta de combustibles, un mayor uso de electricidad evitaría del orden de 140 casos de mortalidad prematura al año.

En ese caso la cifra se obtiene del ejercicio de que 20 mil de las 340 mil viviendas (Censo 2012) que hay en la Región de La Araucanía utilizaran electricidad en vez de leña.

Fuente: Diario Financiero

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