CAP: cambios en la sociedad exigen a las empresas un rol proactivo

17 marzo, 2015
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Para la compañía, el sector empresarial debe tener la capacidad de anticiparse y comprender los cambios que se están viviendo en la sociedad.

Ya no es suficiente que las empresas sean sólo una fuente de generación económica. El creciente empoderamiento de la sociedad y los continuos cambios que se están viviendo, están exigiendo que las compañías tengan un rol proactivo, afirma Fernando Reitich, gerente general de Grupo CAP.

“Y el desafío es tener la capacidad de anticiparse, comprender y actuar responsablemente ante estas transformaciones”, señala respecto a la necesidad del sector empresarial de evolucionar hacia un modelo de operación más consciente, que asegure la sustentabilidad en el largo plazo. Como ejemplo, comenta que uno de los focos de CAP ha sido una relación activa con la comunidad, donde el 95% de los trabajadores vive en las localidades de sus operaciones. “Mantenemos un permanente diálogo con y hacia la comunidades, lo que ha servido de base para el desarrollo sustentable de la firma”, dice.

Calidad del empleo, operar en armonía con el medio ambiente y aportar a la sociedad son los tres énfasis que ha definido la firma a la hora de actuar. “Sabemos que para la mayoría de las empresas, es un desafío constante encontrar el equilibrio entre el desarrollo económico y armonía con el entorno”, expresa María Elena Sanz, gerente corporativo de Sustentabilidad y Personas. Por ello enumera una serie de desarrollos que validan esa visión, como la apertura del complejo minero Cerro Negro Norte, que con una inversión de US$ 1.150 millones, incorpora procesos y tecnologías sustentables. Además, cuenta con la primera planta que utiliza 100% agua de mar desanilizada para sus operaciones, y la instalación del sistema de energía solar fotovoltaica más grande de Latinoamérica: Amanecer Solar CAP. “En su conjunto, constituye un ejemplo de minería del siglo XXI, que reconcilia el desarrollo económico con el compromiso social y armonía con el medio ambiente”, afirma Reitich.

Otro ejemplo es la planta Magnetita, en la región de Atacama, la cual recupera bajo contenido de hierro en relaves frescos de cobre, convirtiendo un pasivo ambiental en un activo económico.

En cuanto a procesos internos, Sanz detalla que cuentan con un código de ética que fomenta la no discriminación laboral y que este año proyectan llegar a un 10% de participación femenina en las operaciones. Destaca las buenas relaciones laborales y sindicales, donde en 2014 lograron finalizar con éxito los procesos de negociación colectiva de sus filiales. Y en cuanto a proveedores, incluyen variables de Responsabilidad Social Empresarial y de prevención de riesgo en su selección.

“La firma ha privilegiado la responsabilidad social y la sustentabilidad por más de seis décadas, desde mucho antes que estos conceptos fueran formalizados”, finaliza Reitich.

Fuente: Diario Financiero

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