Brasil: minería en tiempos complejos

24 octubre, 2016
minería Brasil

(Foto: Vale)

(Foto: Vale)

(Foto: Vale)

No sólo la caída en el precio del hierro a nivel internacional ha sido un dolor de cabeza para el sector minero en Brasil. El desastre ecológico ocasionado por Samarco en noviembre de 2015 y la reciente destitución de Dilma Rousseff como presidenta de ese país coloca a esta industria en un escenario difícil, con diversos retos por superar.

Camila Morales
_____________

Luego de nueve meses de un polémico y largo proceso de “impeachment”, el senado de Brasil aprobó a fines de agosto la destitución de Dilma Rousseff como presidenta del país. Tras acusar a la ex mandataria de “manipular cuentas públicas”, el congreso brasileño dio luz verde primero al juicio político y luego a la destitución, poniendo fin a 13 años de gobiernos encabezados por el Partido de los Trabajadores (PT).

Como era de esperar, esta decisión significó un remezón a nivel político, pero también tuvo consecuencias a nivel económico y social. La llegada de una nueva etapa más liberal con el nombramiento del ex vicepresidente de Brasil, Michel Temer, como nuevo presidente, trajo consigo problemas diplomáticos con algunos países, principalmente de Latinoamérica.

En poco más de un mes de gestión, el ascenso de Temer al sillón presidencial del Palacio de Planalto ya insinúa algunos cambios a nivel gubernamental y también en el área económica. Con planes de privatización y concesiones en sectores claves de la economía brasileña, sumado a eventuales reformas en el plano laboral y en el sistema de jubilaciones y pensiones, Temer asume el cargo intentando desmarcarse de Dilma y del legado de los gobiernos del PT.

En medio de este contexto, ¿qué sucederá con la industria minera en Brasil? Además de las consecuencias de la destitución presidencial, la baja en el precio del hierro en las principales bolsas de metales del mundo y los problemas ocurridos tras el derrame de residuos mineros ocasionado por la minera Samarco en 2015, genera mayor incertidumbre sobre lo que podría venir.

El gran desastre

A más de diez meses de la rotura de los muros de contención de las represas de la empresa Samarco -perteneciente en partes iguales a Vale y BHP Billiton-, las repercusiones no cesan. El que es considerado el mayor desastre ecológico de la historia de Brasil tras el derrame de 62 millones de metros cúbicos de lodo y material contaminante, ha marcado un antes y un después para la minería de este país.

En primer lugar, porque el hecho ocurrió en el estado de Minas Gerais, una zona intrínsecamente minera que presenta el tercer mayor Producto Interno Bruto de Brasil, en gran medida gracias a su actividad extractiva. Por ello resulta preocupante para los inversionistas lo que sucederá con la industria, teniendo en cuenta los desastrosos efectos ambientales y económicos que dejó el derrame de metales, principalmente de arsénico y mercurio.

La incertidumbre ha aumentado luego que la justicia brasileña, en febrero pasado, decidiera “congelar” activos de Vale por US$ 118 millones para garantizar el pago de compensaciones relacionadas con el derrame. Sumado a esto, las operaciones financieras de las compañías también tuvieron efectos.

Las acciones de BHP Billiton descendieron en mayo un 5,77% y las de Vale un 5,34%, luego de que la fiscalía brasileña exigiera a ambas empresas una compensación de US$ 43.400 millones por el deslave de lodo tóxico ocasionado en el río Doce.

Lo anterior se suma a la pérdida de valor en el mercado que han tenido ambas compañías producto de la baja en el precio del hierro. Mientras BHP Billiton ha perdido en los últimos 12 meses casi la mitad de su valor, Vale ha perdido más de un cuarto.

**Pero más allá del desastre ecológico y sus consecuencias, el nuevo gobierno pareciera estar interesado en reactivar las operaciones mineras en la zona, especialmente de la propia compañía Samarco. Así se desprende luego de una reunión “privada” que habría tenido Temer con Marcos Guerra, presidente de la Confederación Nacional de la Industria de Brasil en el mes de septiembre.

Tras filtrarse aquel encuentro, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Fernando Coelho, defendió la reunión, argumentando que “estamos hablando de miles de puestos de trabajo e ingresos en un momento de extrema necesidad. Respetando las normas ambientales y los compromisos adquiridos por la empresa, no veo ningún problema que la empresa puede volver a sus actividades en la zona”, señaló el secretario de Estado**.

Y las medidas desde el gobierno no se detienen ahí. A días de asumir la presidencia, Michel Temer dio a conocer sus intenciones de reemplazar al presidente Ejecutivo de Vale, Murilo Ferreira, dada la cercanía del titular de esta compañía privada con Dilma Rousseff. Una polémica movida si llegara a concretarse, ya que la mayor productora mundial de hierro es una empresa privada.

La llegada de Michel Temer al sillón presidencial trae nuevos planes de privatización y concesiones en sectores claves de la economía brasileña. (Foto: La Nación de Argentina)

La llegada de Michel Temer al sillón presidencial trae nuevos planes de privatización y concesiones en sectores claves de la economía brasileña. (Foto: La Nación de Argentina)

La apuesta de Carajás Serra Sul

A pesar de las dificultades que ha tenido la minería en Brasil tras el desastre de minera Samarco, la empresa Vale pretende hacer repuntar el rubro a fines de este año. ¿Cómo? Con la entrada en operación del mayor proyecto de hierro del mundo.

Se trata del proyecto S11D, ubicado en el estado de Pará, Carajás Serra Sul, y que mantiene al alza las expectativas de crecimiento de Vale.

De acuerdo a datos entregados por la compañía, este proyecto a cielo abierto tiene un contenido de 66,48% de hierro con una baja concentración de impurezas y una vida útil de 50 años, lo que representa la mejor oportunidad para aumentar la capacidad de producción de Vale, y para que ésta mantenga su posición de liderazgo en el mercado mundial del hierro.

“Será la operación de mineral de hierro con el mayor margen del mundo. Tenemos un mineral de alto grado que nos permite confiar en los resultados que otorgará esta iniciativa a nivel de producción, de acuerdo a nuestro cronograma. Esperamos que el 2016 lo culminemos de buena manera con Serra Sul”, indicó el director Ejecutivo de Finanzas de Vale, Luciano Siani.

Además del yacimiento, S11D incluye una planta procesadora, una vía férrea y tendrá una capacidad de producción inicial de 90 millones de toneladas al año (Mt/a).

En junio pasado, Vale informó que dio inicio a la etapa de pruebas operativas de la planta procesadora del proyecto, además de poner en marcha la correa transportadora de 9,5 kilómetros.

Ésta correa forma parte del sistema de transporte de la iniciativa, que no requiere camiones. Gracias a esto el consumo de diésel disminuirá cerca de 70% y las emisiones de gases de efecto invernadero que genere las actividades de Carajás Serra Sul bajarán en 50% si se compara con lo que produce una mina convencional.

Con los trabajos avanzando de acuerdo al cronograma, Vale espera iniciar la operación de este mega proyecto que contempla una inversión de US$ 20.000 millones en diciembre de este año, para producir 50 millones de toneladas de hierro durante 2017 y alcanzar la plena capacidad productiva en 2018.

Así, tras la puesta en marcha de S11D, la empresa a cargo de la iniciativa espera mantener su nivel de competitividad en la industria. “Vale está avanzando para alcanzar el costo más bajo del sector y será competitiva en cualquier escenario de precios”, advirtió Claudio Alves, director global de marketing y ventas de Vale.

Es así como el sector minero en Brasil espera mantener su competitividad. Con una producción de minerales que sumó US$ 43.000 millones en 2014 (excluyendo petróleo y gas), y exportaciones que superaron los US$ 29.000 millones el mismo año, Brasil espera continuar siendo referente minero a nivel latinoamericano gracias al hierro, a pesar del complejo momento que atraviesa la industria y el país en su conjunto.

Noticias Relacionadas