Autos eléctricos: Pese a empuje de los privados, costos de baterías y recargas siguen al debe

29 enero, 2018
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Este es el nuevo vehículo 100% eléctrico que transporta oficialmente al ministro de Energía. (Foto: Ministerio de Energía)

Este es el nuevo vehículo 100% eléctrico que transporta oficialmente al ministro de Energía. (Foto: Ministerio de Energía)

Durante 2017, entre vehículos eléctricos, híbridos enchufables e híbridos, a nivel nacional se comercializaron 540 automóviles, lo que representa un crecimiento de 161% con respecto al año anterior.

El próximo 3 de febrero, las calles de la capital albergarán una inédita fecha internacional de la Fórmula E, que permitirá por primera vez a muchos santiaguinos ver en acción vehículos monoplazas 100% eléctricos. La cita es organizada por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y patrocinada por Antofagasta Minerals (AMSA); de allí su nombre: Antofagasta Minerals Santiago E-Prix.

Iván Arriagada, CEO del brazo minero del grupo Luksic, explica que el interés de la compañía es hacer visible el rol que tiene el cobre en un mundo más sustentable. “Chile es el mayor productor de cobre del mundo, y también tiene las mayores reservas de este metal, que es clave para el desarrollo de los vehículos que no generan emisiones, las energía limpias y nuevos equipos o sistemas que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. El cobre es clave para el futuro de nuestro planeta, porque permite reducir las emisiones de gases que dañan nuestro medio ambiente”, señala.

El ejecutivo afirma que este escenario abre oportunidades para el país y entrega datos. “Hoy la demanda de cobre para vehículos eléctricos es de alrededor de 200 mil toneladas por año; es decir, poco menos de lo que produce una compañía como Minera Centinela”, asegura. “Hacia el 2020, de acuerdo a estimaciones de analistas, esta demanda ya debería aumentar a más de 500 mil toneladas. En 2027, los vehículos eléctricos van a demandar al menos un millón de toneladas por año y la demanda va a seguir creciendo”, agrega.

En 2017 se vendieron 540 autos de propulsión eléctrica

La fecha de Fórmula E que se correrá en el país forma parte de los ejes de difusión de la Estrategia Nacional de Electromovilidad, impulsada por el Ministerio de Energía, en conjunto con los ministerios de Transporte y de Medio Ambiente. El plan gubernamental cuenta con el apoyo de empresas de distribución eléctrica, privados ligados al rubro automotriz, e instituciones académicas.

Uno de los objetivos de esta iniciativa es que el 40% de los vehículos particulares sean eléctricos a mediano plazo y el 100% de los buses del transporte público lo logren al 2050. Cifras que Samir Kouro, investigador del Centro de Ingeniería Eléctrica (AC3E), de la Universidad Federico Santa María, considera conservadoras. “Varias marcas han anunciado que solo venderán vehículos eléctricos al 2025”, comenta.

Durante 2017, entre vehículos eléctricos, híbridos enchufables e híbridos, a nivel nacional se comercializaron 540 automóviles, lo que representa un crecimiento de 161% con respecto al año anterior, según la Asociación Nacional Automotriz (Anac). Desde el 2011 hasta el 2017 se comercializaron 179 autos en el país con propulsión 100% eléctrica, con valores que van desde los $12 millones a los $50 millones.

“El parque vehicular con cero o bajas emisiones seguirá creciendo, hasta alcanzar los 500 vehículos por cada 1.000 habitantes, la tendencia mundial en los países que alcanzan ingresos por US$ 30 mil per cápita”, estima Gustavo Castellanos, secretario general de la Anac.

Luis Felipe Clavel, gerente de Desarrollo de Negocio Electric Vehicles de Nissan Latam, cree que el crecimiento actual de la demanda se mantendrá hasta por lo menos al 2020 y destaca que el desafío principal para la compañía es “fomentar la creación de infraestructura, capacitación y posventa con el propósito de asegurar que los vehículos funcionen de manera óptima”.

Altos costos de las baterías y pocas electrolineras

Sin embargo, aún hay tareas pendientes para la masificación de este tipo de vehículos en el país, como los costos de la mantención y establecer una red de puntos de carga o electrolineras.

Respecto de la mantención, Carlos Dumay, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Automotriz de Chile (Cavem), señala que la reposición de una batería en un auto eléctrico “varía entre el 25 y el 30% del valor comercial del vehículo. Entonces, hay que tener internalizado que la batería tendrá una vida útil de cinco años, y al cabo de ese periodo tendré que gastar unos tres millones en una nueva”, indica.

Guillermo Jiménez, director del Centro de Energía de la Universidad de Chile, matiza, e indica que “a 2030 debería haber completa paridad de precios en las baterías” entre las de autos convencionales y eléctricos.

Se estima que para países desarrollados en electromovilidad, como Noruega, que alcanzó el 25% de vehículos eléctricos en su parque automotor a 2017, es necesaria la instalación de unas 200 mil a 300 mil electrolineras públicas. En el país, las empresas de distribución eléctrica tienen en funcionamiento 34 electrolineras, con una potencia instalada que varía entre los 3,5 kw y los 50 kw (ver tabla). Entre este año y 2019, Engie y CGE planean sumar 104 nuevos puntos de carga. En total, para fines del próximo año, se espera tener una red de por lo menos 138 puntos, distribuidos entre Antofagasta y Concepción.

“Aquí hay un desafío mayor en temas de infraestructura, tanto en la instalación de electrolineras como el tipo de cargador (dependiendo de la potencia instalada)”, señala Guillermo Jiménez.

Los cargadores públicos no tienen costo ni límites de recarga. Si es que se quiere instalar un cargador en el hogar, se paga la tarifa normal por kwh, según la tarifa contratada, asegura Enel Distribución. “Esta tecnología equivale a un ahorro de hasta 70% respecto al costo del combustible tradicional”, agrega.

¿Cuáles son los costos? Para 200 km de autonomía para un automóvil eléctrico equivale a una carga cuyo costo es de $2.500, aproximadamente, señalan desde Enel Distribución. En cambio, para los mismos 200 km, un auto convencional requiere una carga de bencina cuyo costo aproximado es de $16 mil.

Fuente: Economía y Negocios

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