Revista Nueva Minería

Antofagasta es la sede habitual de Exponor, la feria minera más grande que se realizará este año en Chile.

Que un evento aumente en un 10% la población de una ciudad podría sonar a caos. Sin embargo en Antofagasta, diversas organizaciones se encuentran trabajando desde hace varios meses para hacer de este problema una oportunidad y así potenciar la zona desde aristas diferentes a la minería.

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Desde Antofagasta

Antofagasta está corriendo. El municipio, la Asociación de Industriales, la Cámara de Comercio y Turismo, Sernatur, Carabineros y la ciudadanía en general; todos corren rápido porque ya se inició la semana del año en la que más visitantes llegan a la ciudad. Todo gracias a una nueva edición de Exponor, “la mayor feria minera del mundo que se realizará en 2015”, según sus organizadores.

A pocas horas de su inauguración, la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), organizadores de la feria, asegura que ya tiene todo listo para enfrentar esta semana, que aumenta significativamente la población flotante de la ciudad por la realización del evento.

Andrea Moreno, expomanager de la feria, asegura que el gremio organizador ha trabajado activamente en un comité encabezado por la seremi de Economía, junto con los distintos servicios e instituciones públicas gubernamentales y la municipalidad, para abordar y coordinar temas como vialidad, turismo, transporte, seguridad y salud.

Si bien durante la última década la ciudad se ha visto en la obligación de ampliar su aeropuerto y multiplicar su capacidad hotelera debido a la alta demanda generada por la minería, un evento de la magnitud de Exponor exige una preparación especial.

Según estimaciones de la organización, el evento podría convocar a unos 40 mil visitantes, lo que haría crecer la población de la ciudad en cerca del 10%. Un verdadero desafío para Antofagasta, que podría vivir un caos si la ciudad entera no se organiza. Por eso, las distintas autoridades ya se encuentran trabajando para tomar las medidas pertinentes y dar así una grata estadía a los asistentes.

Exponor 2015 promete atraer una gran cantidad de visitantes a la ciudad, tal como ocurre cada dos años, cuando se realiza esta importante feria minera. (Foto: AIA)

Multiplicando la capacidad hotelera

Uno de los temas más importantes a solucionar ha sido la capacidad hotelera. Desde la municipalidad, la alcaldesa Karen Rojo asegura que “nos estamos preparando para que los visitantes conozcan nuestras bondades de la mano de un óptimo aprovechamiento de la infraestructura hotelera y gastronómica”.

Si bien admite que las 5 mil camas disponibles en hoteles es un número limitado en comparación a la cifra de participantes, la alcaldesa asegura que a través de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) se está generando una cadena de valor donde la misma ciudadanía contribuirá a ampliar y diversificar la oferta referida al hospedaje, mediante la incorporación del arriendo de casas y departamentos.

Debido a ese déficit, la organización se ha visto en la obligación de buscar soluciones, abriendo oportunidades para los residentes de la ciudad. De esta forma se creó un sistema centralizado para el arriendo de casas y departamentos, donde los antofagastinos dispuestos a arrendar sus viviendas pudieron inscribirse y poner a disposición sus propiedades.

Este sistema, utilizado en países de Europa para eventos de esta magnitud, promete mejorar la cara de Exponor respecto de años anteriores donde, recuerda Andrea Moreno, hubo que pedir ayuda a la Armada, quienes facilitaron un barco para alojar a los visitantes.

Exponor no sólo es una feria minera. También es una importante vitrina para la ciudad, estiman las autoridades comunales

El desafío de las oportunidades

Más allá del problema que significa este aumento en la población, en el norte coinciden en que las oportunidades que se abren compensan cualquier externalidad negativa que pueda presentarse, lo que permite mostrar a la ciudad “más allá de la minería”, como destaca Mauricio Líbano, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Antofagasta.

“Exponor es una ventana para dar a conocer nuestra ciudad, aunque lamentablemente no siempre la gente que asiste a la feria termina llevándose una buena imagen de ella. Ahí está el desafío, el saber aprovechar esta gran oportunidad que muy pocas ciudades de Chile tienen”, dice Líbano.

Respecto a esta mala imagen, argumenta que si bien cada año la ciudad está más preparada, estas medidas aún distan mucho de ser ideales: “No contamos con una buena planificación de ciudad que soporte el gran número de personas que por esos días permanecerán acá, lo que sin duda atenta directamente con el turismo. Los visitantes se encuentran con una ciudad poco amigable desde el punto de vista de los desplazamientos, estacionamientos y taxis, además del descuido de sus áreas públicas, que en su mayoría se encuentran deterioradas y desaseadas permanentemente”, se lamenta.

Acogiendo estas demandas, la alcaldesa afirma que se está impulsando una serie de proyectos para potenciar los atractivos locales, como la reactivación del borde costero a través de la concesión de terrenos para el desarrollo de iniciativas turísticas, el mejoramiento de los bandejones centrales, ampliación de áreas verdes, y reposición de aceras, entre otros.

La clave, sostienen desde la organización, es que toda la ciudad se involucre. “Esto permite que los visitantes puedan conocer nuestra región y las oportunidades que se abran van en esa línea: negocios, oportunidades para el sector económico de la ciudad y de aumento del turismo en la región”, dice Andrea Moreno.

En una semana, se multiplican los visitantes, y con ello, la demanda y los precios en Antofagasta, lo que ya comienza a incomodar a algunas empresas. Por eso, el llamado de la AIA es a “trabajar como ciudad” este tema.

Alerta por alza de precios

Ya se sabe que la zona norte, y particularmente Antofagasta, es más cara que el resto del país. Pero durante la semana de Exponor, los precios –principalmente en alojamiento, transporte y alimentación- se disparan a cifras que no pocos consideran exageradas.

En una semana, se multiplican los visitantes, y con ello, la demanda y los precios, lo que ya comienza a incomodar a algunas empresas que están más reticentes a gastar cifras muy elevadas, sobre todo en momentos en que la industria minera vive días de mayor estrechez e incertidumbre.

Conscientes de este fenómeno, desde la AIA llaman a “trabajar como ciudad” en relación a los valores a cobrar. “Si se disparan mucho los precios, se desincentivará la venida de más personas. Por ello, debemos tener cuidado y ser precavidos al momento de cobrar por un servicio determinado”, reconoce Andrea Moreno, expomanager de la feria.