Agenda Energética: ¿Por qué importa a la minería?

29 septiembre, 2014
Benjamín Pérez_foto
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Por Benjamín Pérez, Asociado Senior Estudio Guerrero Olivos en colaboración de Macarena Montt, abogada asociada.

Chile ha alcanzado los precios más altos en materia energética, y es la industria minera una de las mayores afectadas, ya que paga el doble en energía en relación a sus competidores directos.

El sector minero es el principal impulsor de nuestra economía. Alrededor del 60% de nuestras exportaciones vienen del rubro minero; aporta el 15% del PIB nacional; contribuye con el 10% de la mano de obra nacional y el 24% de los ingresos fiscales provienen de la minería. Por lo tanto, las decisiones que se adopten en este sector inciden directamente en nuestra economía.

La energía es uno de los principales insumos de la minería, por lo que su precio afecta directamente en sus costos de producción. A mayor abundamiento, alrededor del 40% de los gastos en insumos en la industria minera corresponden a electricidad. En América Latina, Chile ha alcanzado los precios más altos en materia energética, y es la industria minera una de las mayores afectadas, ya que paga el doble en energía en relación a sus competidores directos.

Lo anterior es preocupante si lo sumamos a que el costo de la electricidad podría incrementarse por sobre un 30% en los próximos 10 años. El aumento en los costos de producción hace perder a las compañías mineras chilenas competitividad con respecto al mercado mundial, por lo que se hace necesario adoptar medidas inmediatas.

La Agenda Energética lanzada recientemente por el gobierno aborda este problema por medio del establecimiento de 7 ejes principales. De ellos, destacamos la propuesta de reducir los precios de la energía, lo que beneficiaría directamente a la industria minera, al obtener un suministro energético más económico, influyendo directamente en sus costos de operación.

Otro eje importante es la idea de interconectar el SIC y el SING, lo que ayudaría no sólo a dar mayor seguridad al suministro, sino que también permitirá generar mayor competencia, incentivando la inversión en proyectos energéticos. Además de ellos, existen otros ejes como es el de la eficiencia energética como política de Estado, con especial énfasis en la minería, que también permiten beneficiar a esta industria.

Estimamos que la Agenda refleja un buen diagnóstico de un problema de relevancia nacional y se debe tomar como una hoja de ruta y el comienzo de la implementación de medidas concretas que ejecuten las soluciones propuestas. Asimismo, esperamos que esta Agenda sea adoptada por todos los organismos públicos y en definitiva, se transforme en una política pública operativa y de real impacto para la industria minera. Por esto, es relevante que el sector minero la analice con detalle para determinar sus beneficios y participe activamente en su implementación.

Por Benjamín Pérez, Asociado Senior Estudio Guerrero Olivos en colaboración de Macarena Montt, abogada asociada.

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